BILBAO. Gesto por la Paz defendió ayer la necesidad de "estudiar y resolver" la excarcelación de reclusos de ETA con enfermedades graves e incurables y reclamó un acercamiento generalizado de los presos, aunque descartó la amnistía. En este sentido, señaló a la organización violenta de ser la responsable de mantener como rehenes en las cárceles a los presos por impedir un posicionamiento individualizado en relación al delito cometido.

Con motivo de la presentación del último número de la revista Bake hitzak. Palabras de paz los miembros de Gesto Inés Rodríguez, Fabián Laespada, Itziar Aspuru e Isabel Urkijo defendieron que los procesos de reinserción deben darse basados en el "reconocimiento del daño causado y no en el perdón" y remarcaron que las víctimas no deben tener un especial protagonismo en la aplicación de la política penitenciaria.

En este sentido, rechazaron una amnistía de los presos de ETA y defendieron la revisión del cumplimiento de penas solo tras "la evolución del posicionamiento individualizado del preso, respecto al delito cometido y a las víctimas". De este modo, Gesto por la Paz considera que "ETA y todo su entorno" siguen siendo "el mayor impedimento para una revisión de las penas" de esos reclusos ya que "mantienen férreamente su disciplina en las prisiones impidiendo el acceso individualizado a los beneficios penitenciarios". A su entender, "las personas que hayan cometido delitos de terrorismo deben responder de sus delitos" pero ha pedido que finalice el tratamiento "excepcional" a ese tipo de presos.

Gesto, que señaló que la política penitenciaria se ha aplicado de forma generalizada y no individualizada "como debe ser", sostuvo que este modelo supeditado a la política antiterrorista "debería replantearse". Tras considerar que los delitos de terrorismo no pueden ser tratados de forma excepcional respecto a otro tipo de delitos, defendieron que la política penitenciaria no debe ser "un instrumento de la política antiterrorista". "Los presos son sobre todo personas cuyo futuro depende de su evolución personal ante el delito cometido y ante sus víctimas", subrayaron.

En esta línea, pidieron que no se añada "sufrimiento injustificado al sufrimiento de las penas impuestas" y abogaron por estudiar y resolver la excarcelación de aquellos presos que sufren enfermedades graves e incurables, así como por "acercarlos a su lugar de residencia de forma generalizada".

Preguntados por la reciente sentencia del Tribunal Constitucional respecto a la doctrina Parot, Itziar Aspuru señaló que se trata de una interpretación "controvertida judicialmente" y agregó que este debate "no es tan prioritario en cuanto se trata de discutir cuál es la contabilización de los cumplimientos de penas de manera temporal, ya que nosotros apostamos por una revisión de penas asociada a evoluciones personales de los presos".

Sin amnistía Otra de las voces que ayer descartó la amnistía fue la del portavoz jeltzale en el Parlamento, Joseba Egibar. Cuestionado por la renovación de la dirigencia del Colectivo de Presos, Egibar afirmó que "tienen que plantearse ante la situación de que no va a haber amnistías, pero sí puede y debe haber acercamientos porque eso son decisiones políticas", como también los son "el excarcelamiento de las presos con enfermedades incurables, de quien ha cumplido las tres cuartas partes de la pena".

Similar fue la línea seguida por el portavoz del PSE en la Cámara, José Antonio Pastor, aseguró en la misma tertulia de Radio Euskadi que los presos de ETA "saben perfectamente" que "no caben amnistías colectivas", aunque abrió la puerta a aplicar la política penitenciaria "con una dinámica más flexible y más generosa, si ellos van acompañando con pasos".

Por su parte, la parlamentaria del PP Laura Garrido echó balones fuera y, tras asegurar que "no caben medidas de tipo colectivo", sino que "las medidas son de tipo individual", afirmó que "las exigencias hay que dirigirlas hacia el mundo de ETA-Batasuna, que todavía, a día de hoy, no ha condenado el terrorismo de ETA".