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Un sector del MLNV sigue apostando por la kale borroka de forma puntual

Las FSE sospechan que los radicales quieren mostrar que el conflicto "está vivo"

bilbao. Un reducido sector del Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV) sigue apostando por la utilización de manera puntual de la kale borroka. Esta es la información que manejan los expertos de la lucha antiterrorista en sus informes sobre la violencia callejera, análisis a los que ha tenido acceso DEIA. Actos de sabotaje como el del pasado domingo en la sede de Lanbide en Agurain se encuadrarían en la dinámica de este grupo que aboga por mantener este tipo de acciones, pese a que la izquierda abertzale tradicional consideró el ataque de Agurain un obstáculo de cara a su estrategia de acumulación de fuerzas soberanistas.

Esta es la información que manejan los expertos de la lucha antiterrorista en sus informes sobre la violencia callejera, análisis a los que ha tenido acceso este diario y en los que se advierte de que hay grupúsculos de radicales dispuestos a saltarse el guión en momentos políticos concretos para demostrar que el conflicto "está vivo".

Después del parón sufrido por la kale borroka -que dejó en mínimos históricos los ataques durante el pasado ejercicio-, en lo que va de año parece que se ha reavivado en parte. Un escenario que, según las mismas fuentes, no viene motivado por una falta de implicación con el nuevo proceso abierto y la estrategia que sigue la izquierda aber-tzale. Es más, esta corriente más beligerante del MLNV ve perfectamente compatible el camino hacia la normalización y la acumulación de fuerzas soberanistas con la presión en la calle.

Los expertos en la lucha contra ETA recuerdan cómo, a lo largo de 2011, determinadas esferas del MLNV mantuvieron abierto un debate sobre las herramientas de lucha y, en particular, sobre las nuevas formas de incidencia callejera. Las mismas fuentes reconocen que no disponen de información precisa sobre las conclusiones de ese debate, que ha sido permanente y dinámico a lo largo de la historia de este movimiento. Pero atendiendo a unos criterios generales, los mismos pretendían establecer modelos de respuesta más imaginativos y menos cualificados, que, aunque se han apuntado, no se han extendido como se pretendía.

Sobre el funcionamiento de estos reductos violentos habló ayer la portavoz del Ejecutivo vasco, Idoia Mendia, que no ocultó su presencia. Interpelada por los periodistas acerca del sabotaje de Agurain durante la habitual rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Mendia reconoció que las características del último ataque son propias de la kale borroka que se daba en el pasado. No obstante, insistió en que hoy en día no hay en Euskadi una violencia callejera organizada y planificada aunque, enfatizó, "pueden existir algunos grupos de nostálgicos" que operen en distintas zonas de manera aislada "por nostalgia, tics o inercias del pasado". En este sentido, Idoia Mendia aclaró que no cree que esas acciones estén amparadas ni por la organización armada ni por la antigua Batasuna.

Precisamente, la izquierda aber-tzale tradicional centró parte de la valoración de la dirigente socialista. Aunque, en esta ocasión, para bien. Según indicó Mendia, es importante que los representantes de este movimiento se opongan a sabotajes como el registrado en la sede de Lanbide de la localidad alavesa. La izquierda ilegalizada aseguró que acciones como la de Agurain están "fuera de lugar" y van en contra de la estrategia que busca la acumulación de fuerzas soberanistas. Un posicionamiento que llegó después de que el propio consejero de Interior, Rodolfo Ares, instara a la izquierda ilegalizada a condenar lo ocurrido, que el propio jefe de la Ertzaintza consideró como un ataque de violencia callejera en toda regla.

un grupo de "cabestros" En línea con la opinión de la portavoz del Gabinete de los socialistas vascos, el alcalde de Bilbao mostró su esperanza de que el ataque de Agurain sea una mera anécdota. "Seguramente Ares tenía razón en que la kale borroka ha disminuido o ha desaparecido, pero también es verdad que ha habido actos aislados. Espero que sea un hecho aislado porque todavía hay mucho cabestro en la viña del señor y puede haber algunos obnubilados que quieren seguir con el negocio", subrayó Iñaki Azkuna en una entrevista en ETB.