La parroquia de San Vicente, situada en el corazón de la Parte Vieja donostiarra, se ha quedado pequeña para albergar a los amigos, compañeros y allegados de Bandrés, que han querido acompañar a su familia en esta ceremonia religiosa.

Además de Jáuregui y López, a las honras fúnebres, oficiadas por el párroco Félix Garitano, han acudido los consejeros del Gobierno vasco Rodolfo Ares (Interior); Gemma Zabaleta (Empleo y Asuntos Sociales); Blanca Urgell (Cultura), e Iñaki Arriola (Vivienda y Transportes).

Dirigentes socialistas como Txiki Benegas, Odón Elorza, Manuel Huertas, y Ramón Etxezarreta, así como la ex presidenta del PP del País Vasco, María San Gil, han sido otras personalidades que han asistido al funeral, entre las que también se encontraban Kepa Aulestia, que fue compañero de Bandrés en Euskadiko Ezkerra; el exconsejero vasco de Cultura y profesor de la Universidad del País Vasco, Joseba Arregi, y el escritor Felipe Juaristi.

Juan María Bandrés, fundador de Euskadiko Ezkerra (EE) y una de las figuras clave en la transición en Euskadi, falleció ayer en su domicilio del barrio de Gros, en Donostia, a los 79 años, tras una grave enfermedad cerebral que padecía desde hace 14.

Su viuda, María Josefa Bengoechea, y sus dos hijos, Olivia y Jon, velaron durante la jornada sus restos mortales en el Tanatorio de Zorroaga de Donostia y atendieron la llegada de las numerosas personalidades y ciudadanos que se acercaron a expresarles sus condolencias.

Bandrés, cuyos restos han sido incinerados esta mañana, fue el único presidente de (EE) hasta su integración en el Partido Socialista de Euskadi en 1993, además de miembro del Consejo General Vasco (el gobierno preautonmico) y varias veces diputado, senador, parlamentario vasco y eurodiputado.

En octubre de 1997 sufrió un derrame cerebral y tuvo una larga estancia en un hospital guipuzcoano especializado en daño cerebral, lo que prácticaente le alejó de la vida pública.

El Consejo de Ministros le concedió ayer a título póstumo la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica "por su legado como legislador y representante político de los vascos", que merece el reconocimiento de toda la sociedad.