bilbao. La casa rural que ETA utilizaba como base en la localidad portuguesa de Óbidos escondía 1.500 kilos de explosivo: 1.300 kilos de nitrato amónico distribuidos en doce bidones y cuatro sacos, 75 kilos de nitrato potásico distribuidos en tres sacos, 40 litros de ácido sulfúrico, pentrita, polvo de aluminio y nitrometano. 1.500 kilos que convierten el hallazgo en tierras lusas en el más importante de los últimos diez años. Sólo en 1999, en Francia, se incautó en una única operación policial una cantidad mayor de sustancias para la fabricación de bombas.

Una parte del material hallado, alrededor de doscientos kilos, estaba ya elaborado y listo para la utilización en artefactos, mientras el resto eran productos básicos que se emplean para elaborar amonal o amonitol y no se encontraban mezclado aún. La cantidad ya preparada para usar fue trasladada a una cantera por los expertos en desactivación de bombas de la Guardia Nacional Republicana portuguesa, que procedieron a su destrucción con explosiones controladas.

El traslado de estas sustancias se realizó con especial cuidado, ya que los especialistas de la GNR descubrieron que algunos recipientes cargados de explosivo estaban conectados a cables. Ante la eventualidad de que se tratara de bombas ya montadas, los especialistas desalojaron las casas de los alrededores y procedieron a actuar adoptando las máximas medidas de seguridad en sus operaciones. Algunos bidones contenían el explosivo, cierta cantidad de reforzante y el cableado, pero carecían de detonadores, temporizadores y la fuente eléctrica, necesarios para completar las bombas.

En el registro se incautaron también dos ordenadores portátiles, una carpeta con documentación relacionada con la casa, dos documentos de identificación, una cámara de fotos con bolsa de transporte, un teléfono móvil, papeles manuscritos sobre circuitos integrados impresos con el anagrama de ETA, una bolsa con un CD y un papel manuscrito, una caja de plástico que contenía tres teléfonos móviles con las inscripciones Madrid, Portugal y Cádiz y una caja con la inscripción Mundo (se corresponde con un tipo de tarifa telefónica) que contenía una tarjeta telefónica prepago. Además, se halló una foto de carné de Oier Gómez Mielgo, presunto integrante del comando que utilizaba la vivienda, varios planos de Madrid, Cádiz y San Fernando, y anotaciones del horario de autobuses a la capital gaditana

Por otro lado, fuentes judiciales informaron ayer de que Garikoitz Aspiazu, Txeroki, estableció como objetivos prioritarios para ETA infraestructuras como oleoductos y aeropuertos, además de incrementar la presión sobre los empresarios extorsionados con anterioridad. El ex jefe militar de ETA y su lugarteniente Aitzol Iriondo habrían dado esas órdenes en 2005 a Aitzol Etxaburu, presunto dinamizador del comando de legales detenido en Ondarroa y Jaca.