bilbao. El departamento vasco de Interior planea unificar diez comisarías de la Ertzaintza, reduciéndolas a tan sólo la mitad, con la merma que eso supondría en el número de agentes que trabajan de manera más cercana al ciudadano. Así lo ha denunciado el sindicato ESAN, que reveló que los responsables de la consejería avanzaron estos planes en el último Consejo de División de Seguridad Ciudadana, que tuvo lugar el pasado 20 de noviembre.

Al parecer, las comisarías sobre las que recae la amenaza de unificación serían las de Basauri y Galdakao, Getxo y Erandio, Zarautz y Azkoitia, Zumarraga y Beasain, e Irun y Errenteria. Pese a que este proyecto está aún definiéndose, desde ESAN resaltaron la existencia de puestos de la Guardia Civil precisamente allí donde está previsto eliminar una ertzain etxea. Estos serían los casos de Galdakao, Getxo e Irun.

En declaraciones a DEIA, un portavoz del sindicato abertzale explicó que esta iniciativa no va a repercutir en un incremento de los efectivos que se van a destinar a tareas de seguridad ciudadana, como viene defendiendo el consejero, Rodolfo Ares, sino todo lo contrario. Para ello puso como ejemplo lo sucedido con la fusión entre los puestos de Arrasate y Bergara, de los que se eliminó el primero: "Si entre los dos sumaban unos 300 agentes, ahora pueden quedar 200 en Bergara", explicó.

Ello se debe a la amortización de puestos que se deriva de estas unificaciones, "tanto de mandos como de agentes, tanto de seguridad ciudadana como de investigación". La problemática subsiguiente se multiplica y afecta tanto al interior del Cuerpo como a su servicio al ciudadano. En el primer caso, las amortizaciones provocarán "un grave perjuicio para la calidad de vida de los ertzainas", ya que "deberán pedir un nuevo destino e ir donde les toque". La movilidad geográfica o la obligación de patrullar en sus lugares de residencia se ciernen sobre los agentes afectados.

Respecto a la calidad del servicio, ESAN denuncia, en un comunicado que ha distribuido entre las comisarías del Cuerpo, que "la filosofía de que somos una policía cercana al ciudadano se va a resquebrajar profundamente". Como ejemplo de ello puso el cierre de la comisaría de Arrasate, o la situación de muchos pueblos de la comarca de Kostaldea, donde "hace muchos años que no han visto una patrulla de la Ertzaintza".

A esta situación se añade el "cierre de innumerables subcomisarías de muchos pueblos -cifrados por ESAN en más de 20-, en los que se ha perdido totalmente esta cercanía al ciudadano". Todo ello en un contexto de criminalidad creciente, en el que "algunas patrullas están trabajando sin apoyos, si alguna vez ocurre algo van a estar vendidos".

ESAN concluye que "la solución no pasa por la unificación de comisarías, sino por un aumento importante de la plantilla de la Ertzaintza", por lo que expresa su "oposición a esa unificación por todos los perjuicios que va a ocasionar".

cambios en el departamento Por otro lado, tan sólo seis meses después de echar a andar su mandato, el consejero de Interior, Rodolfo Ares, ha efectuado los primeros cambios entre los cargos que él mismo designó. En este caso, se trata de un cambio de cromos entre el hasta ahora director del Gabinete de la Viceconsejería de Seguridad, el conocido miembro de ErNE Joseba Bilbao, y el director de Recursos Técnicos e Infraestructuras, Jesús María Martínez.

Ambos se han intercambiado los puestos, en una decisión que ya se ha publicado en el BOPV. Las centrales sindicales han venido denunciando el elevado número de nombramientos de altos cargos llevado a cabo por Ares, una forma de actuar que ligan a la escasez de efectivos en las calles.