Bilbao - Mientras el cielo de la pelota a mano se abre en canal a mediados de mayo con la disputa de las mejores hazañas del Manomanista, la modalidad más importante, el alfa y el omega de la pelota, el todo o la nada, los ases sobre el tapete pelotazale han cambiado. Estrenan este fin de semana baraja de semifinales los guipuzcoanos de Aspe, que amarran a su empresa a la competición tras la falta del lesionado Juan Martínez de Irujo, su máximo exponente y aspirante a un cetro al que se adapta como anillo al dedo. Tanto Jokin Altuna como Iker Irribarria asoman distintos a una eliminatoria desconocida y que ha arrojado la luz de centenares de focos sobre sus rostros. La novedad ha disparado aún más sus prestaciones mediáticas, ya conocidas por el amezketarra pero inauguradas por el zurdo de Arama en un torneo en el que se ha desempeñado con genio y golpe.

A Altuna III no le acompañará la fe de los apostantes para su envite de hoy contra Mikel Urrutikoetxea. En un festival extraño, que comienza con el estelar a las 17.45 horas en el Bizkaia de Bilbao, trastocado por el encuentro del Athletic, el dinero saldrá por lo menos doble a sencillo a favor del campeón de Zaratamo. La solidez que ha acompañado durante este último año de revolución al vizcaino es un valor seguro y al alza. Además, la disciplina y la mentalidad ganadora esbozada en los momentos cumbres contra Joseba Ezkurdia, accidentado en uno de los mejores encuentros de su vida deportiva, se presuponen como un nivel más de su poder a la hora de controlar las eliminatorias. Y es que, contra el voleísta de Arbizu lo tuvo muy crudo, aislado en el 11-17 en un comienzo sin demasiada fortuna. Urrutikoetxa supo exponer una versión trabajadora y con cabeza. Imprimió de conciencia obrera su despliegue, fatigando a un contrincante poderoso, hasta pasarle la factura final. Eso está al alcance de pocos. Mikel aguanta partidos de 400 pelotazos sin problemas y disfruta en las contiendas largas, debido a su crecimiento hasta la actualidad en teloneros duros y partidos con aristas que le han curtido el lomo hasta el presente.

Atleta y con pegada Mikel, se cruza con un Altuna III en Las Antípodas. Con un pelotazo más corto, en progresión, pero una capacidad rematadora espectacular, Jokin exprime la vida en el cara o cruz. Funambulista el amezketarra, la lejanía del frontis puede costarle el billete a la final del Manomanista.

Dos ases se las verán en el Astelena de Eibar mañana de cara a lograr el pase al envite por la txapela del próximo domingo 29 de mayo. El veterano Oinatz Bengoetxea rivalizará con la gran sensación Iker Irribarria. Sin secretos por el juego del leitzarra, la cátedra ha roto la baraja. Las apuestas saldrán a la par e, incluso, hay muchos que dan como favorito al joven de Arama en su primera participación en el Manomanista de Primera con apenas 19 años. Él se abstrae. Durante las últimas semanas, el eco de su nombre ya ha abierto los libros de las efemérides, con la figura de Juan Martínez de Irujo en el horizonte, campeón en su primer curso. El de Ibero analiza que “Iker no se puede confiar porque Oinatz está acostumbrado a sufrir. A la mínima querrá terminar el tanto”.

Y esa es la realidad. Las opciones del leitzarra, con una marcha menos en la pegada, pasan por controlar el juego delante y delimitar el frontón con el sotamano para que a Irribarria se le atraganten los desplazamientos. El premio es muy jugoso.