La firma perfecta
Olaizola II y Urrutikoetxea, soberbios, sellan en el Bizkaia su pase a las semifinales del parejas ante oinatz-Untoria, que dependen de sí mismos
Duración: 58:59 minutos de juego; 20:08 de juego real.
Saques: 2 de Olaizola II (tantos 17 y 22).
Pelotazos: 486 pelotazos en juego.
Tantos en juego: 11 de Olaizola II, 2 de Urrutikoetxea, 4 de Bengoetxea VI y 1 de Untoria.
Errores: 2 de Olaizola II, 4 de Urrutikoetxea, 5 de Bengoetxea VI y 2 de Untoria.
Marcador: 1-0, 1-1, 2-1, 3-2, 4-2, 5-3, 6-3, 6-4, 7-4, 7-5, 8-6, 8-7, 8-8, 9-8, 17-9, 18-11, 19-11 y 22-11.
Botilleros: No hubo botilleros al ser las dos parejas de la misma empresa, Asegarce.
Apuestas: Se cantaron de salida posturas de doble a sencillo a favor de Olaizola II-Urrutikoetxea.
Incidencias: Partido correspondiente a la undécima jornada de la liguilla de cuartos de final del Parejas de Primera disputado en el frontón Bizkaia de Bilbao. 1.000 espectadores.
Bilbao - Si necesitaban Aimar Olaizola y Mikel Urrutikoetxea una rúbrica a su trabajo durante todo el Parejas de Primera, la consiguieron ayer en el Bizkaia de Bilbao. Fue la firma perfecta. El golpe de efecto y de moral que cuaja, para concretar que sí, que ya salen las cuentas, que están en las semifinales de la competición. Dieron el puñetazo en la mesa en un duelo en el que hicieron todo bien ante un dueto, el formado por Oinatz Bengoetxea y Álvaro Untoria, superado por la eficacia de sus contrincantes. Los actuales campeones sufrieron la tortura de la suerte delante y los mazazos de seriedad del zarpazo del de Zaratamo atrás. Untoria le tuteó con ese golpe a medio frontis dado con fruición, con todo, pero no fue suficiente. La exquisitez de Urrutikoetxea, entero, sobrio e inteligente sobre la cancha, le sirvió para dominar mediado el encuentro y saltar a un Bengoetxea VI con problemas para entrar con comodidad. Ahí estuvo la clave. Y en que Olaizola II, que últimamente arrastraba una tendinitis en el brazo izquierdo, recobró esa versión sensorial, de adivino a remates rivales y de asesino en labores atacantes.
Así las cosas, el sello de las semifinales, tal y como admitió Urrutikoetxea al término sí que les quita “un peso de encima” de cara al mes próximo de competición. Por su parte, aunque haya escocido la derrota, Bengoetxea VI y Untoria dependen únicamente de sí mismos y les vale con ganar el último partido ante Ezkurdia-Barriola. Sería dejar la última bala para el último momento. Una ruleta rusa. Pero por delante hay dos semanas de competición ante adversarios de Aspe -Irujo-Rezusta y Altuna III-Merino- que pelearán por dar opciones a sus compañeros de empresa. De todos modos, es vital ver qué sucede hoy en Oñati para tales cábalas. Artola y Albisu, con problemas de última hora, se cruzan con los quintos en discordia.
Lo cierto es que en el frontón bilbaino no pudo mostrarse la mejor versión de un Oinatz que puede marcar muchas diferencias en vena. La culpa la tuvo Urrutikoetxea. Cada día es más grande: es seguro, limpio y cubre cancha. ¡Qué más quiere Aimar! Aun así, el descorche de la contienda fue bueno, con ventajas siempre coloradas, pero buen juego por parte de los cuatro pelotaris. Untoria está alargando su sombra en cada paso y, a pesar de tener alguna que otra escapada, asumió un rol interesante y sujetó las embestidas de Mikel, que falló dos pelotas con la zurda en la primera mitad del encuentro que murieron en la chapa del colchón superior. Fueron hechos aislados. Su sobriedad con la pegada que tiene le hacen un tótem. Leyó bien Aimar Olaizola los remates, más cómodo que Oinatz, forzado delante. Se escaparon los colorados 3-1, 6-3 y 7-5. Este último fue un dos paredes de sotamano del leitzarra marcado con tiralíneas. Espectacular. Les dio alas. Así, el duelo se endureció y se vieron los mejores tantos. El 8-6 se sucedió con una dejada al ancho de Urruti que agarró Oinatz en las tablas como un acróbata y Olaizola no perdonó. Pero, tanto trabajaron, que empataron a ocho.
Y los colorados sacaron la apisonadora tras una escapada al txoko de Mikel. Cinco remates matemáticos de Aimar y un saque y tres dentelladas que se fueron por poco de Oinatz descerrajaron el partido (17-8). No pudieron hacer más los azules que arrimarse poco a poco. El leitzarra se regaló un par de buenos tantos y pelearon hasta el 18-11. Después, un derechazo espectacular de Urruti cerró la posibilidad de revolución en el Bizkaia.