Jon Rahm y la Ryder Cup, tal para cual
El barrikoztarra debe ser de nuevo pieza clave esta semana en Bethpage, en su cuarta presencia en el torneo
Jon Rahm afronta esta semana uno de los mayores retos de su carrera profesional. Por suerte no lo hará solo, sino como miembro del equipo de la Ryder Cup que va a desafiar a Estados Unidos en pos de retener el trofeo y ganar en suelo ajeno por primera vez desde el Milagro de Medinah de 2012. Viene calentita la cosa y más que lo va a estar a partir del viernes en Bethpage Black,, un campo público cercano a Nueva York donde se espera a miles de aficionados ruidosos, excesivos y quizás algo más.
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Será la cuarta participación del golfists de Barrika en uno de los eventos deportivos más atractivos y con más tirón mediático. Y será la primera a la que Rahm no llega por méritos propios, sino por elección del capitán. Una vez sorteadas, al menos por ahora, las trabas que provocó su paso al LIV Golf, Luke Donald siempre tuvo claro que una de las plazas tenía que para el barrikoztarra por su espíritu luchador, su extrema competitividad y su repertorio de juego, capaz de adaptarse a cualquier compañero y cualquier campo. Todo eso se necesita para lucir en la Ryder Cup, aún más en una cita como la de este año en la que el ambiente será hostil.
Jon Rahm se estrenó en la Ryder en 2018 en la edición que se disputó en Le Golf National de París. Entonces, estaba solo en su segundo año completo como profesional y era un joven de 23 años que llegaba al torneo con el que su familia se había aficionado al golf y había puesto la semilla de su futuro en este deporte. Esa mística, el verse rodeado de jugadores que para él eran ídolos pudo pesarle los dos primeros días. Además, el capitán Thomas Bjorn decidió que fuera el encargado de abrir la competición junto a Justin Rose. Cayeron por un hoyo ante Brooks Koepka y Tony Finau en la modalidad de fourballs, una bola cada jugador. Al día siguiente, en el mismo formato, Rahm fue emparejado con Ian Poulter, otro veterano que se crecía en el Ryder, pero también perdieron ante Jordan Spieth y Justin Thomas por 2 y 1.
Europa llegó al domingo con ventaja de 10 a 6, pero el debutante andaba cabizbajo por no haber podido aportar ni un punto. Una conversación con Txema Olazabal cambió su mentalidad y le hizo ver que aquello era una tarea de equipo y que su momento iba a llegar. Y lo hizo al día siguiente con grandeza. En el cuarto partido individual, Jon Rahm se tenía que enfrentar a Tiger Woods. Lejos de verse imtimidado, se creció y derrotó a la leyenda californiana en un duelo inolvidable que aportó mucho a Europa porque los tres partidos anteriores habían caído del lado estadoundiense y este punto de Rahm frenó la remontada y sumó a la victoria europea por 17,5 a 10,5.
Brillo sin recompensa
Ese día, el golfista vizcaino selló su carné de jugador de Ryder Cup, que confirmó en 2021 en Whistling Straits. La pandemia pospuso un año esa edición y Jon Rahm llegó como ganador del US Open y líder del equipo europeo. El capitán Paddy Harrington tomó nota y le alineó en todos los partidos en una edición que acabó con la mayor paliza en contra de Europa: 19 a 9. Rahm sumó tres puntos y medio, pero su gran labor no fue suficiente ante las pobres prestaciones de varios de sus compañeros. Hizo pleno con Sergio García en dos fourballs y foursomes, golpes alternos, y empató con Tyrrell Hatton en el otro foursomes. En la jornada de individuales, que empezó con un imposible 11 a 5 para los locales, cedió por 4 y 3 ante Scottie Scheffler, que ya empezaba a ser una piedra en su zapato.
Europa, ahora con Luke Donald al mando, clamó venganza para la edición de 2023 en el Marco Simone de Roma, donde todo salió a la perfección y Rahm tuvo un papel fundamental en el triunfo por 16,5 a 11,5. El de Barrika hizo pleno en los dos foursomes que disputó junto a Hatton, otro que tal baila, y sumó un empate junto a Nicolai Hojgaard, uno de los debutantes, en el fourballs del viernes. En los individuales del domingo, con Estados Unidos también ávido de remontar otro 10-6, Rahm logró empatar con Scheffler, que ya era número 1 del mundo, en un duelo de gran nivel.
El balance de Jon Rahm, por tanto, le hace indiscutible entre los doce del bando continental. En las tres ediciones de la Ryder que ha disputado, Europa ha sumado 33 puntos, de los cuales 7,5 llevan la firma del barrikoztarra en pareja o en solitario. Acumula un cuatro de cuatro en la modalidad de foursomes; en fourballs, tiene un triunfo, dos derrotas y dos empates, y en individuales, reparte a partes iguales victorias, derrotas y empates.