Remontada de campeón de Jon Rahm
Firma una vuelta memorable de once bajo par en Indianápolis y revalida el título del LIV Golf pese a que vuelve a perder el torneo en un desempate
Jon Rahm llegó al LIV Golf el año pasado, se sentó en el trono y no lo ha abandonado. Ayer en The Club of Chatham Hills de Indianápolis revalidó su título en el circuito saudí con una exhibición de golf propia de quien llegó a ser número 1 del mundo. El barrikoztarra dejó lo mejor para el final e explotó en todo su esplendor en una vuelta memorable, la mejor de su carrera, once bajo par, a un golpe de romper la barrera de los 60 golpes. Como si hubiera escrito el guion de la jornada definitiva, al inicio de la semana había reconocido que su juego A lo estaba echando en falta desde hace algún tiempo. Y el sábado comentó que para ganar necesitaba imitar o casi lo que había hecho Sebastián Muñoz el viernes y tener suerte con los resultados ajenos. Pues dicho y hecho. Rahm sacó a relucir su mejor versión cuando la necesitaba, cuando era todo o nada, brillante en todos los segmentos del juego.
La clasificación hizo que compartiera partido con Joaquín Niemman y David Puig, que fue el invitado a un desenlace casi de match-play en el que cada golpe era importante y en el que no cabía flojear. Como el año pasado, Rahm y Niemann se la jugaban cara a cara. El vizcaino anunció sus intenciones con dos birdies para abrir vuelta y colocarse por delante de su rival. Tocaba remar mucho porque otros jugadores podían interponerse en la batalla y restar puntos a los contendientes. Con cuatro birdies en siete hoyos, Rahm llegó a colocarse por delante en la proyección final, pero la vuelta fue un tiovivo en el que había muy poca diferencia entre ambos.
A mitad de vuelta, todo estaba por decidir y se iba a resolver por muy pocos golpes. Cuando el de Barrika embocó para eagle desde nueve metros en el 13 alcanzó a Muñoz y Dustin Johnson en el liderato y abrió una distancia de cuatro golpes con Niemann. Un bogey, el único del día, pudo ser fatal, pero Rahm remató la faena con cuatro birdies seguidos y el triunfo casi en la mano. Debía esperar a lo que ocurriera en los dos partidos que quedaban y se fue a la cancha de prácticas a matar los nervios y la espera mientras miraba de reojo a las pantallas. En el momento en que Johnson aseguró su tercer puesto, el LIV Golf era suyo porque le valía el desempate que, al final, forzó el colombiano con dos birdies.
La muerte súbita se le resistió a Rahm, como la semana anterior en Chicago ante Dean Burmester. De nuevo en el 18, su segundo golpe pegó en la bandera y se alejó demasiado del hoyo. Sebastián Muñoz no falló en su corto putt de birdie, se anotó su primer torneo en el LIV y dejó al barrikoztarra sin el triunfo parcial y su sequía se prolonga ya a un año. Pero el anillo de campeón es suyo por segunda vez, quizás agridulce por la manera de acabar el torneo, pero que premia la regularidad, la constancia, no dejarse ir ni en los peores momentos. Y es que Jon Rahm solo ha acabado una vez por debajo del décimo puesto desde que está en el LIV. Ha sumado, eso sí, cuatro segundos, tres de ellos en las cuatro últimas citas para dar un impulso a sus aspiraciones. En cambio, Joaquín Niemann ha ganado cinco torneos, pero se ha vuelto a quedar a las puertas por menos de tres puntos tras trece torneos. Jon Rahm logró lo que parecía imposible el viernes. Durante muchas semanas las cosas no salieron como esperaba, siempre le faltaba algo para ganar. Le salieron cuando tocaba y por eso sigue reinando en el LIV Golf.