Despedida accidentada

bilbao - Juan del Campo derrapó, se cayó y se dejó llevar por el impulso y la gravedad. El esquiador mungiarra afrontaba con muchas ganas su segunda prueba de los Juegos de Invierno de Pyeongchang: el eslalon. El conservadurismo que había practicado en su primera actuación, en el eslalon gigante del pasado sábado, le dejó con mal sabor de boca; así que, sabiendo que si quería estar cerca de los mejores debía arriesgar, echó el resto en su despedida olímpica. Era la primera manga de la competición y saltó a la pista con ganas, buena actitud y mejor disposición. El deportista de Basque Team peleó la parte inicial, superó los pequeños fallos, recuperó la posición y volvió a coger velocidad. Derecha e izquierda. Izquierda y derecha. Del Campo pasó el primer tramo, el peor, y superó con nota la combinación. Después el trazado daba un pequeño respiro. Un efímero alivio para encarar el último trecho. Sus tiempos eran buenos, el mungiarra ya podía vislumbrar la meta. Pero entonces derrapó, se cayó y se dejó llevar por el impulso y la gravedad. “Me he inclinado más de la cuenta y la bota me ha tocado el suelo, lo que no te da ningún tipo de opción para recuperar la posición. Es una pena porque las condiciones de nieve no permitían ningún tipo de fallo”, explicó Del Campo.

Era la primera manga del eslalon y el mungiarra ya estaba eliminado, así que se quedó tumbado sobre la nieve, boca arriba, pensando en lo cerca que había estado. En lo que podía haber conseguido. Se levantó despacio, dobló las rodillas y encogió la espalda: “Entristece saber que al final no pude cumplir el objetivo cuando estaba tan cerca y lo estaba haciendo tan bien, pero estoy orgulloso de cómo he afrontado la bajada y cómo la he peleado. He conseguido adaptarme bien al trazado, que era bastante complicado. Lo que no he conseguido es acabar esa bajada”. Y es que, antes del traspiés, Del Campo estaba consiguiendo unos tiempos cercanos a los mejores, dentro de su objetivo de estar entre los treinta primeros. Así que el becado por Basque Team, ya en frío, reconoció estar contento con su participación en estos Juegos de Invierno: “He sacado una buena conclusión, en el gigante sí que me quedé un poco decepcionado por la bajada, pero en el eslalon me propuse ir al límite y he demostrado que puedo estar delante en una competición, que puedo estar cerca de los mejores del mundo”.

buen futuro Sabiendo que estos eran sus primeros Juegos, Del Campo es optimista en cuanto a su futuro: “No puedo pretender llegar por primera vez a un evento así y pelear por una medalla. Se trata de ir cogiendo experiencia, porque no estoy acostumbrado a este tipo de eventos, a tanta gente y tantas cámaras. Ni al tipo de trazado, ni a la calidad de los corredores. Esto es una carrera de fondo y cada año tengo mejores resultados y mejores bajadas. Cada año estoy más cerca”, concluyó.