bilbao - Jon Rahm tiene otro torneo a tiro ya que hoy saldrá segundo, con trece golpes bajo par, en la jornada decisiva del Waste Manegement Phoenix Open, que afrontará en el partido estelar a un golpe del líder Rickie Fowler. El golfista de Barrika, como el californiano, fue de nuevo de menos a más y acabó de forma brillante el último tercio de su recorrido para abrirse paso entre un numeroso grupo de jugadores que brilló en una jornada muy favorable para lograr buenos resultados.
La tercera jornada empezó agitada. Justin Thomas llegó de atrás con seis birdies en los seis primeros hoyos para colocarse líder con doce bajo par. El último ganador de la FedEx Cup se hundió con estrépito en la segunda mitad de su vuelta, pero ya había puesto el listón que debían superar el resto de jugadores. Los mejores del día fueron Beau Hossler, que se colocó en la casa club con siete bajo par y -11 en el total, y Matt Kuchar, con idéntico registro.
Jon Rahm había arrancado con un birdie en el hoyo 3 y varias opciones que se le escaparon para poner en marcha su tarjeta. Se apuntó otro en el 7, pero la finura en el green no terminaba de acompañarle lo que necesitaba para meterse de lleno en la pelea. Además, en el hoyo 10 cometió un bogey. No logró ir recto hasta el green y su putt para par se quedó a unos centímetros del hoyo, otra vez. Pero de nuevo demostró el de Barrika su capacidad de abstracción y respondió con otro birdie en el hoyo 11 que le mantenía en la persecución y le daba esperanzas para afrontar el último tercio del TPC Scottsdale, más favorable.
Así fue. En el doble dígito estaban muchos jugadores con la mitad de la jornada consumida y a él trepó Rahm con un birdie en el par 5 del hoyo 13 que le llevó al quinto puesto, a dos del liderato que en ese momento ocupaban Daniel Berger y su compañero de partido Xander Schauffele. También progresaba hasta el menos 10 Phil Mickelson en un hecho poco habitual como es que tres jugadores jueguen juntos los tres primeros días. Para entonces, el torneo estaba descontrolado, los aciertos y los errores se repartían entre la quincena de jugadores que estaban separados por solo dos golpes y la virtud de Rahm, invisible de nuevo para el seguimiento televisivo, fue mantener la templanza y la paciencia a la espera de más oportunidades.
Una llegó en el hoyo 15, el último par 5, en el que embocó un gran putt desde algo más de cinco metros para sumar su quinto birdie del día y colocarse a un golpe del liderato. Tocaba el 16, donde Rahm, de nuevo vestido con la camiseta de Pat Tillman, un héroe en Arizona State, entró en loor de la multitud de 25.000 espectadores. Hizo un birdie muy jaleado y si no salió de allí como colíder fue porque, unos segundos antes, Daniel Berger se había colocado al frente en solitario con trece bajo par.
asalto definitivo Era el cuarto birdie del de Barrika en seis hoyos, la consecuencia de que el putt ya funcionaba a pleno rendimiento, para ascender al segundo puesto. Llegaba el 17, donde los días anteriores se había ido al agua, con la lección aprendida. Un gran chip le proporcionó otro birdie cuando ya se empezaba a separar el grano de la paja y su partido tenía un nivel altísimo. Llegó al coliderato y, pese a su mala salida en el hoyo 18, embocó un putt de algo más de dos metros que le dejó como líder en la casa club con una de las mejores tarjetas de la jornada. Para hoy, solo tiene un objetivo. “Hacer muchos birdies. Eso es lo que se necesita para ganar aquí. Sería increíble hacerlo delante de mi gente, pero prefiero ir poco a poco”, comentó tras su gran rendimiento de ayer.