A principios del año 2020 el mundo conoció un virus que era desconocido para la gran mayoría y que, en muy poco tiempo, cambió las vidas de todos para siempre, el covid. El SARS- CoV-2 convive desde entonces con otros virus respiratorios muy familiares, como los que causan la gripe o el resfriado común, sobre todo en los meses de otoño e invierno. Estas enfermedades comparten síntomas parecidos como secreción nasal, fiebre o tos, por lo que es muy difícil distinguirlas.
Recientemente, ha emergido una nueva variante del coronavirus que presenta un síntoma relativamente novedoso: ronquera o voz áspera acompañada de dolor de garganta. Esta nueva cepa, conocida como Stratus (nombre técnico XFG), es una variante recombinante que surge de la combinación genética de los linajes LF.7 y LP.8.1.2.
Los síntomas de Stratus incluyen los habituales del covid-19: tos seca, fiebre, cansancio, dolor de garganta y dolores musculares o articulares. Sin embargo, lo que llama la atención es la ronquera o la alteración vocal temprana. Aunque esta alteración vocal no es un síntoma exclusivo garantizado, su frecuencia en los casos estudiados la sitúa como un posible indicador de esta variante.
En cuanto a la gravedad de la infección, hasta ahora no hay evidencia de que Stratus produzca cuadros clínicos más severos ni un aumento en hospitalizaciones o mortalidad frente a otras variantes ya circulantes. Las vacunas actuales se consideran todavía eficaces para prevenir las formas graves de la enfermedad, aunque se mantiene la vigilancia sobre su rendimiento frente a esta variante emergente.