Síguenos en redes sociales:

La doble apuesta para conquistar el pádel

Las gemelas Majo y Mapi Sánchez Alayeto buscan en el Keler Bilbao Open su octavo título en la presente temporada

La doble apuesta para conquistar el pádelFoto: Oskar González

SOLO una mirada es necesaria para comunicarse. Toda una vida juntas dentro y fuera de la pista. Pocas parejas, por no decir ninguna, tendrán la compenetración de las gemelas Majo y Mapi Sánchez Alayeto (Zaragoza, 1984). Su conexión es una de sus grandes virtudes, pero son mucho más que dos jugadoras que se entienden. Son las dominadoras del momento. La primera pareja del mundo, favorita en cada torneo al que acude. Las aragonesas arrancaron ayer en el Keler Bilbao Open, lo hicieron con una victoria y dieron el primer paso en busca de conseguir su octavo torneo de la temporada. Las gemelas consiguieron su victoria en la pista del Club Padeltoki de Ortuella y por ahora “solo conocemos el frontón en fotos”, pero hasta ahora están encantadas con las instalaciones del certamen. “El club nos parece espectacular y es de los mejores, si no el mejor de todo el año. Ojalá lleguemos a las semifinales para poder disfrutar del frontón, que parece ser que es espectacular”, declara Majo.

Los inicios de las gemelas Sánchez Alayeto fueron con otro tipo de raqueta, con la de tenis. No fue algo habitual verlas formar pareja debido a que no eran jugadoras específicas de dobles, pero cuando juntaron fuerzas, los resultados fueron más que positivos. “Llegamos a ser campeonas de España en dobles aunque cuando jugábamos nos llevábamos a matar. Lo normal siendo hermanas en la adolescencia. Nos echábamos la culpa la una a la otra y acabábamos como el rosario de la aurora cuando jugábamos”, recuerdan con una sonrisa. Aunque en esta etapa no fue todo bonito. El deporte les terminó saturando y decidieron colgar la raqueta. “Estuvimos unos años sin hacer deporte porque acabamos del tenis hasta arriba, era muy duro psicológicamente. Por casualidad un amigo nuestro nos invitó a jugar a pádel”, añaden. El primer paso de una nueva vida deportiva que iba a llegar acompañada con una gran cantidad de éxitos.

Aunque el inicio en el pádel no fue sencillo para las Sánchez Alayeto. Primero hubo que adaptarse a un nuevo deporte, dejar de lado sus manías de tenista y aprender a situarse en un nuevo escenario. “Las sensaciones fueron horribles, no sabíamos dónde nos encontrábamos y al principio pensábamos que no íbamos a repetir. Todo lo que venía por arriba lo queríamos rematar, todo bote pronto y volea, cuando pasábamos a alguien dábamos el punto terminado y no nos dábamos cuenta que la pelota volvía...”, declaran. Aunque cada vez los partidos fueron más habituales, las sensaciones cada vez mejores y las sensaciones fueron más positivas a cada juego disputado. Eso hizo que el gusanillo de la competición volviera. “Majo decidió jugar el circuito profesional, me lo comentó y, después de que nos dieran permiso en el trabajo, empezamos a jugar. Vivíamos en ciudades separadas, Majo en Zaragoza y yo en Las Palmas; por lo que solo nos juntábamos en los torneos. Pasábamos las previas sin entrenar juntas ni nada”, reconoce Mapi.

Entonces decidieron tomar una de las decisiones más importantes de su vida. Un salto al vacío. “Dejamos nuestros trabajos y fuimos a Madrid para dedicarnos a esto. Fue una apuesta a ciegas, pero no nos ha salido mal. Los cambios cuestan, pero no nos queríamos quedar con la duda”, declara Mapi. Fue el momento de volcarse y aumentar el esfuerzo. Entrenamientos duros y trabajo incansable para llegar hasta la cima, labor donde no están solas. “Hay mucho trabajo detrás y tenemos que dar las gracias al equipo que nos acompaña, a los patrocinadores y a la gente que nos apoya, sin ellos no sería lo mismo”, afirman ambas.

Una apuesta arriesgada tomada. La decisión de dos hermanas que decidieron dar un giro de 180 grados a su vida juntas. Unidas en la pista desde el primer día y hasta el final: “No nos vemos jugando con otra pareja porque no tendríamos esta compenetración con nadie”. Dos gemelas que se la jugaron en un mundo desconocido y llegaron a conquistarlo.