Bilbao - Le quedaba solo un título en la élite de la aizkora a Aitzol Atutxa (Dima, 1988) para terminar de coser su palmarés hacia la gloria. Al vizcaino, actual bicampeón de Euskal Herria y uno de los aizkolaris más rutilantes del panorama, le restaba imponerse en la Urrezko Aizkora para engalanar de manera definitiva su camino, que ahora abre otros frentes: el de continuar engrasando la ambición, de seguir sin ningún tipo de freno en el mundo del deporte, aspirando siempre a lo máximo y, quizás, las apuestas. Lo decía en la previa el dimarra, que siempre se le había escapado el cetro que se disputaba ayer en el frontón Izarraitz de Azpeitia. De hecho, Atutxa II ha vivido en los últimos años anclado al subcampeonato, quedando desde 2011 a las puertas del triunfo. Se le había escapado siempre y “al final te quedas con ganas”, revelaba. Después de varios años a punto, ayer pudo sacarse la espinita de un título que seguro que le sabe a gloria.
Pues bien, Atutxa II se llevó la lana en la cancha azpeitiarra con ligera comodidad en el último trabajo, el largo y definitivo, en el que demostró superioridad sobre todos sus contrincantes. Solamente Jon Rekondo le metió en problemas en dos pruebas, pero tras las que el dimarra pudo desquitarse con un buen tiempo que abrió una brecha con el navarro, que finalmente terminó en la liza en tercera posición. La plata se la llevó Xabier Orbegozo, Arria V, al que aventajó Atutxa en dos minutos, y, en cuarto lugar, finalizó el beizamarra Eneko Otaño.
Acabó la final de la Urrezko Aizkora Aitzol con un tiempo de 24 minutos y 31 segundos, aprovechando su labor completa en todas las facetas del trabajo. Solamente pasó dudas por un mal tronco.
En las primera pruebas, cortas, Atutxa II comenzó bien. En el vertical abrió una brecha que le mantuvo arriba hasta la cuarta prueba. En la cuarta, con un tronco de 60 pulgadas, al dimarra le salió una pieza complicada, “malísima”, según definió él mismo, en la que se enredó y acabó más tarde que todos sus contrincantes. Aun así, a pesar de que Jon Rekondo le arañó 32 segundos y se puso con doce de ventaja, el actual campeón se mantuvo firme y no aflojó el ritmo. “He sufrido bastante. No he perdido tanto como para que se me escapase la victoria. Me he quedado detrás del aizkolari navarro”, concretó el dimarra.
De ese modo, en la penúltima labor, en el vertical y tumbado, recuperó su puesto en el liderato de la Urrezko Aizkora. Con 26 segundos de diferencia sobre el leitzarra, el aizkolari vizcaino empezó a sellar el título que le faltaba en sus vitrinas. Rekondo le dio la vuelta. “Eso me dio alas para afrontar el último tramo”, apostilló.
Al último parcial, Atutxa II llegó con tiempo de diferencia, después de solventar problemas y con las pilas de nuevo cargadas. En el momento en el que se deciden los campeonatos, al final, Aitzol fue el mejor, con más de dos minutos sobre el navarro, su perseguidor hasta entonces.