Bradley Linklater y Brent Semmon son los All Blacks de Getxo
Los neozelandeses Bradley Linklater y Brent Semmons seguirán la final del Mundial de rugby del sábado contra Australia desde la distancia, pero con el corazón en el verde de Twickenham
EL Getxo Artea juega el domingo en Santander contra el Bathco Independiente. “Menos mal...”, dice Bradley Linklater, zaguero neozelandés del bloque getxoztarra. Ocurre que, el sábado, el estadio de Twickenham vivirá uno de los acontecimientos con mayor tirada en el deporte en todo el globo y Nueva Zelanda será protagonista. Los All Blacks se enfrentarán a sus vecinos de Australia en busca del cetro de la Copa del Mundo, que se disputa en Inglaterra. El jugador del bloque aurinegro no lo vivirá solo, el técnico que dirige a la escuadra vizcaina, Brent Semmons, es un reputado entrenador de las islas. Vivirán desde Getxo los rigores de un encuentro en la distancia, en el que se juegan contra los wallabies un hueco en la historia: pueden ser la primera selección en alcanzar los tres títulos mundiales y, además, dos de ellos seguidos. “Nadie ha sido capaz”, dicen los kiwis de Getxo.
Semmons y Linklater, que va a hacer su quinta temporada en la escuadra de Eskuinaldea, tienen previsto contemplar la contienda en “el bar del club. Nos reuniremos unos cuantos del equipo allí y lo veremos a gusto”. Cuenta el entrenador neozelandés que “es especial porque puede tratarse de una ocasión histórica. Ningún otro país ha ganado dos veces seguidas y estamos en la final. Podemos conseguirlo”. Bradley asiente: “Es emocionante. Vivimos aquí y jugamos a rugby, pero la realidad es que no lo ves mucho en prensa y en los medios de comunicación. Cuando llega la final del Mundial, cuando todo se mueve así, me da más emoción y más nervios. En Nueva Zelanda se vive día a día, pero aquí no”.
Otro de los activos importantes de la final está en los conjuntos que se darán cita: dos vecinos, Nueva Zelanda y Australia, kiwis contra wallabies. Vecinos en batalla por su tercer título mundial. “Nosotros tenemos mucha tradición en los partidos contra Sudáfrica, pero hay más amor-odio contra Australia. Por eso estoy contento de que nos crucemos con ellos en la final”, admite Semmons. Linklater, asimismo, cuenta que “son los dos mejores equipos de toda la competición y por eso se merecen estar en la final. Es especial por eso. Eso sí, siempre hay un pique entre los dos equipos. No puede ser mejor”. “No hay muchos neozelandeses por aquí”, desvelan. Así que, por una parte, les tocará vivir en cierta minoría en Bizkaia. “En Nueva Zelanda tenemos a gente que es presbiteriana, gente que es protestante y muchos son católicos; pero todos son rugby. Es una religión. Todo el mundo sabe de rugby. Todos somos aficionados de los All Blacks”, remacha Semmons. Y es que, tal y como narran los dos neozelandeses, el denominador común de la isla es el bloque que dirige Steve Hansen.
De este modo, en el conjunto getxoztarra todo apunta a un favoritismo kiwi. “Aunque muchas veces a la gente le gusta ir con los que no son favoritos”, argumenta el zaguero. Su entrenador opina lo mismo: “Mucha gente puede ir con Australia, pero lo importante es que apunta a una final muy buena. Nueva Zelanda puede ser favorita pero no hay mucha diferencia. Australia tiene a Pokock y Hooper en los puestos de nueve y diez, que tienen menos experiencia en este tipo de partidos”. “Sí, puede ser la clave. Nosotros podemos tener controlado el partido ahí”, añade Linklater.
Rugby espectáculo “Lo que sí hemos podido ver es que esta Copa del Mundo ha sido grande. En otras ocasiones ha habido equipos más tacaños en el juego, pero casi todos en esta edición han planteado un rugby rápido muy atractivo”, desmenuza el técnico, quien concuerda en que “los cuatro semifinalistas, Argentina, Sudáfrica, Nueva Zelanda y Australia, han mostrado el cambio al hemisferio norte”. El zaguero dice que “quizás una de las cosas que más han destacado han sido los equipos pequeños, que parecía que no iban a hacer mucho, como Japón o Georgia. Han subido el nivel muchísimo. No ha habido partidos en los que se podía ganar fácil”.
De hecho, una de las sorpresas fue la victoria de Japón sobre Sudáfrica a las primeras de cambio. Los springbocks, no obstante, se repusieron, llegaron a semifinales y cayeron contra el conjunto neozelandés por dos puntos. “Aquel partido es una de las sorpresas más grandes que ha habido en la historia de la competición”, advierte Linklater; quien declara que “a mí me sorprendió, pero me encantó ver algo así”. Otro de los envites con poso fue el que protagonizaron los neozelandeses contra Francia, a los que arrollaron. “Francia en el último Mundial no contaba para nadie, pero alcanzaron la final y perdieron contra nosotros. Este año no estuvieron a esa altura. El equipo francés es irregular y depende de las circunstancias que tengan”, puntualiza Semmons. Julien Savea fue la punta de lanza de un rugby espectacular, “pero que no es para nada nuevo para nosotros. Tenemos un equipo que siempre ha jugado así y estamos acostumbrados a ver ese tipo de juego. Los All Blacks siempre dan mucha velocidad y mucho ataque. En ese tipo de juego son superiores”. “Pero el sábado puede ganar cualquiera”, apostilla el técnico del Getxo Artea. A pocos días de la disputa de un envite inédito en una final del estas características, el conjunto de Eskuinaldea “tendrá que ir con Nueva Zelanda”. “Si no me enfado un poco”, dice entre risas Linklater, que anuncia que “si ganamos el Mundial y nosotros el domingo, lo celebraremos con una cerveza”.