Los cuatro trabajos de Katie Ledecky

CUANDO Katie Ledecky se tire a la piscina del Kazan Arena hoy por la mañana, comenzará un desafío que le llevará una semana, aproximadamente una hora de esfuerzo competitivo en el agua. Su único día libre será el último, el que cerrará el Mundial el próximo domingo. Se antoja una tarea casi hercúlea para una chica de 18 años recién cumplidos con rasgos de actriz de cine mudo que ni siquiera ha empezado la universidad, pero que ya ha demostrado que puede convertirse en una de las grandes leyendas de la natación de todos los tiempos.

La nadadora de Washington DC se ha planteado el reto de sumar cuatro oros en el medio fondo y fondo de estilo libre, desde el 200 al 1.500, algo que nadie ha logrado en la historia, ni en el Mundial ni en los Juegos ya que los 1.500 no son distancia olímpica. Ledecky nadará las eliminatorias de la prueba corta veinte minutos después de la final de la más larga del programa en la piscina. Aún así, se cree capaz de hacerlo. “Siempre he querido intentarlo. Cuando logré la clasificación, ya sabía que iba a tener una seria discusión con Bruce (Gemmell), mi entrenador”, explica Ledecky, que de descartar una prueba habrían sido los 200 o los 1.500, “pero una vez que afrontamos el reto creo que me he preparado bien”. “He hecho una de las mejores campañas de entrenamiento de mi vida”, aseguró tras regresar de una concentración de altura en Colorado Springs en la que comprobó que, al margen de su evidente capacidad de resistencia, ha ganado velocidad para afrontar con posibilidades de éxito los 200 metros.

Ledecky se presenta en Kazan como una de las grandes estrellas del certamen y de la selección estadounidense. Pero no quiere ponerse más presión de la necesaria antes de una cita que para ella va a ser extenuante. Llega con los récords del mundo de los 400 a 1500 en su poder, logrados el año pasado, y con la tercera marca entre las participantes en el 200. Por eso, muchos esperan algún prodigio a cargo de la jovencita de Washington DC, que acaba de terminar su etapa en high school. “Los récords están bien, pero no tengo en la cabeza la necesidad de batirlos. Solo quiero concentrarme en nadar. Me imagino que va a ser un Mundial emocionante y muy igualado y me gustaría pensar que podemos representar a nuestro país como merece y llegar al podio”, afirmó al poco de llegar a Kazan con el resto del equipo estadounidense, que realizó en Croacia la última puesta a punto previa al Mundial. “Solo queremos nadar para ser mejores cada día, sin pensar más allá”, resumió.

Pese a ello, Katie Ledecky se ha planteado un reto mayúsculo para el Mundial de Kazan, aunque su gran objetivo son los Juegos de Río. De hecho, va a aplazar un año su ingreso en la Universidad de Stanford para continuar su preparación de la mano de Bruce Gemmell, el entrenador con el que ha crecido en el Nation’s Capital Swim Club. La intención de Ledecky es matricularse en unas pocas asignaturas en Georgetown, muy cercano a su residencia en Bethesda, y dedicar las horas que le deja libre el entrenamiento para realizar trabajos a favor de la comunidad. No serán muchas porque nada unos 8.000 metros cada día, repartidos en esfuerzos de dos horas y media a cinco de duración y con ocho o nueve sesiones de entrenamiento a la semana.

El dominio de Katie Ledecky es tan incontestable que casi nadie se sorprendió cuando el pasado abril, con motivo del mitin Arena Pro Series de Arizona, igualó en los 400 metros la marca que logró Michael Phelps. El Tiburón de Baltimore la retó a enfrentarse en la misma piscina y estuvo muy cerca de arrepentirse.

también sun yang En teoría, el chino Sun Yang pretende abordar el mismo desafío que Katie Ledecky, aunque todo lo que rodea a los planes del equipo asiático es un misterio. La gran estrella de la natación de China, vigente campeón olímpico y mundial de 400 y 1.500, también añadirá el 200 a su programa en Kazan después de que en Barcelona igualara con tres oros la hazaña del australiano Grant Hackett en 2005 en Montreal. Sun Yang ha tenido algunos encontronazos con los responsables de su selección y rompió con su entrenador de siempre que le afeó su escaso apego a seguir la disciplina que requiere la natación y su gusto por los asuntos extradeportivos. Además, a finales del año pasado estuvo tres meses sancionado por un dopaje, al parecer, involuntario. Pese a todo, China vuelve a confiar en el hombre que le dio su primer oro olímpico en natación.

200 metros 1:55:16

400 metros3:58,37 (RM)

800 metros8:11,00 (RM)

1.500 metros15:28,36 (RM)