Olaizola II-Irujo, días contados

Bilbao - “Desde siempre me ha costado adaptarme al Cuatro y Medio en los primeros partidos”, confesaba el pasado viernes Juan Martínez de Irujo con el aliento rasgado por Joseba Ezkurdia y el horno del Adarraga de Logroño. Decía el puntillero de Ibero que, después de nueve meses fuera de la distancia, no le es fácil volver a retomar el pulso. Más aún siendo Juan un delantero largo, de pegada y nervio, con chispa para mover la pelota lejos. El acotado le obliga a enjaularse en territorio comanche, en el que tiene que adaptar su pegada en cuatro cuadros y medio y renunciar a los 36 metros. Y justo, en esa cerrazón, Aimar Olaizola es el mejor, el más dotado, aunque fuera el iberoarra el pelotari que lo tumbara por primera vez en una final del Cuatro y Medio oficial en diciembre. La final de la jaula navarra, que se disputa hoy, a partir de las 12.30 horas en el Labrit de Iruñea, argumenta lo especial de los días contados y de un choque de manistas y estilos que viene acompañando a la pelota a mano desde hace más de una década. Pero se ha roto su hegemonía este curso por la irrupción de gente como Mikel Urrutikoetxea y el ascenso de Oinatz Bengoetxea, a los que se les antoja el relevo natural. A pesar de que quizás parezca lejano, la introducción de una nueva incógnita en la ecuación, que es el delantero de Zaratamo, el campeón, tiende a dividir el birreinado.

Se han enfrentado tres veces en una final de este tallaje Martínez de Irujo y Olaizola II, con dos victorias para el iberoarra y solamente una para el goizuetarra, desde que debutara el delantero de Aspe en 2004 en la competición. En aquella ocasión, recién ganado el Manomanista en su primera participación, perdió en la final ante Patxi Ruiz (18-22), que también derrotó a Aimar en la semifinal por la mínima. Aunque sea el de Aspe el más destacado en los duelos entre ambos, no es el que más cetros tiene de la cita sanferminera: Olaizola II acumula cuatro e Irujo, tres.

Así las cosas, vistos los últimos acontecimientos, no arrancarán en el festival matutino de hoy los dos rodillos que estaban acostumbrados. Ambos sufrieron para ganar en semifinales de la competición a dos adversarios que están claramente peldaños por debajo: Joseba Ezkurdia e Iker Arretxe. Sobre todo Aimar Olaizola fue el que sufrió de lo lindo en Lodosa y no fue el martillo habitual. En el segundo tanto se lastimó con severidad el dedo índice de la mano izquierda. El propio delantero desgranó que le supuso un problema durante el encuentro. Y así fue: estuvo perdiendo 0-8 y 14-20 contra un puntillero de menor incidencia en la modalidad, pero dio vuelta al marcador. Tras hacerse las pruebas en la Clínica La Asunción el domingo, los médicos le dijeron que tenía una fractura en la tercera falange, pero, aun así, jugará la final y la feria. Saldrá Aimar con un dedil protector, hecho de material termoplástico, que ya conoce, puesto que no es la primera vez que compite con un apéndice de ese estilo. Ganó el Cuatro y Medio de 2011 con la punta del anular roto.

Si Aimar posee dudas en cuanto a su estado físico; a Juan le asaltan las del estado de juego. Le cuesta amoldarse, pero tiene tres cetros navarros y otros tres del oficial. Aunque agobiado, la inspiración le aparece siempre.