El Bidezabal disputa mañana las finales por la permanencia
bilbao - El Bidezabal afronta una de las épocas más importantes de sus 32 años de historia. Tras estar a punto de desaparecer, el club durangarra decidió dar un giro de 180 grados para poder sobrevivir y volver a crear una estructura sólida apostando por su gran valor: los atletas de la casa. “Tuvimos que hacer una pequeña reestructuración porque la directiva anterior había gestionado el club de mala manera. Ahora, queremos seguir creciendo partiendo con lo que tenemos en casa”, explica Juan Ignacio Hernández, presidente del Bidezabal. Un paso atrás antes de volar hacia cotas más altas. Un trabajo arduo, sin prisas y esperando que florezcan esas semillas que tienen en la cantera y que aspiran a convertirse en una referencias a nivel estatal. Una hornada de atletas que actualmente milita en la Primera División femenina y tiene como próximo reto las finales de permanencia, que se disputarán mañana en Valencia.
El principal objetivo del Bidezabal era tratar de meterse en las finales por ascender a la División de Honor, categoría en la que ya estuvo la pasada temporada, pero una descalificación en la primera jornada y unos resultados inesperados en la segunda dejaron a las vizcainas con el agua al cuello, teniendo que jugarse la permanencia en unas finales a vida o muerte. La ventaja del club de Durango son las matemáticas. Resultados obtenidos durante el año que son una ciencia casi exacta en el mundo del atletismo. “Deberíamos tener una debacle para descender. Tenemos un 80% de las pruebas entre las tres primeras y aquí los cálculos aproximan mucho al resultado final”, comenta confiado Hernández. Las rivales de las durangarras serán el UCAM Cartagena, el Oviedo, el Elche, el Sabadell, el Tenerife 1984, el Silla y el Gijón y los equipos inscribirán un atleta en cada una de las veinte pruebas que componen la competición.
La crisis sufrida obligó al club vizcaino a centrarse en las atletas de la casa para poder lograr sus objetivos. Sus principales referencias se marcharon y se tuvo que apostar por un equipo muy joven, en el que la mayoría de las integrantes todavía es juvenil, para poder lograr sus objetivos. Una desventaja que el Bidezabal convirtió en virtud. “Estamos compitiendo contra gente que es mayor que nosotros y tenemos muchas perspectivas de futuro. Están cogiendo bastante experiencia y luego eso se ve en los Campeonatos de España juveniles, donde somos uno de los ocho participantes”, comenta el presidente.
Estos jóvenes valores son los que “nos hacen seguir trabajando” y la verdadera apuesta del resurgir del atletismo en Bizkaia. En las pistas de atletismo de Landako se reúnen deportistas de todo el territorio y además, el Bidezabal cuenta con una red de filiales que le ayudan a subir el nivel. “Lo mejor que tenemos es el futuro. No tenemos ninguna obsesión en buscar y fichar gente porque no tiene sentido. Queremos estabilizarnos, pagar las deudas antiguas y dentro de dos tres años, tratar de dar otro paso más y ascender a División de Honor”.