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Itziar López de Uralde salió a entrenar la tarde del 27 de diciembre de 1982 como lo hacía casi cada día, acompañada de más atletas de la zona. Partieron de Fadura hacia Leioa, pero en la zona de Artaza un coche en el que viajaban dos guardias civiles la arrolló violentamente. Itziar fue trasladada al hospital de Basurto, donde falleció dos días después. Aquellas navidades se esfumaron los sueños y la vida de una atleta que había dejado huella. "Fue una atleta muy importante a nivel regional", recuerda Dimas Ramos, presidente del Club Atletismo Getxo, "participó en varios campeonatos de Bizkaia y Euskadi. No los llegó a ganar, pero sí estuvo entre las primeras".

Un año después, varios miembros del club getxotarra y del Club Bizkorrak deciden homenajearla con la celebración del Memorial Itziar López de Uralde. Los atletas vizcainos y la sociedad en general se volcaron en el homenaje y se citaron en Getxo 714 corredores. "La gente sabía las circunstancias de la muerte de Itziar y quiso apoyar la carrera. Caló mucho en la sociedad", señala Dimas. La prueba masculina la ganó aquel día Javier Fontaneda y la femenina Begoña Minayo, quien estaba con Itziar en el momento del accidente. Minayo también ganaría la segunda edición del Memorial, en la que la participación se multiplicó hasta alcanzar los 1.500 inscritos. En solo dos ediciones quedó claro que el Memorial Itziar López de Uralde se convertiría en una cita ineludible para todos los amantes del atletismo en Bizkaia. Para ella quedaría reservado anualmente el tercer domingo de diciembre.

Mañana se pondrá en marcha la trigésima edición de esta carrera getxotarra, pero desde su creación la prueba ha visto cómo el circuito ha sido modificado. En sus inicios la carrera salía de Fadura e iba hasta Jolaseta y de ahí se bajaba al Puerto Viejo. Después se atravesaba todo Algorta y terminaba de nuevo en Fadura. Este recorrido se vio alterado a finales de los ochenta, cuando se decidió que se podría cortar el tráfico al igual que se hacía en las carreras ciclistas. Esto permitió llevar la carrera a Las Arenas, de donde era Itziar López de Uralde. Dimas Ramos, que sigue colaborando con Itxartu Taldea, la organización que se encarga de la organización desde 2010, señala que "hay quien dice que el actual recorrido es corto. Una posibilidad para alargarlo sería continuar hasta Santa María de Getxo cuando llegamos a Telletxe, en lugar de bajar por Sarrikobaso. Es algo que antes no se podía hacer por el tren y con lo que ahora podríamos llegar hasta los 12 kilómetros".

El récord de la prueba lo tiene el tanzano Thadeo Nada, finalista en los Juegos de Atlanta, que en 1996 completó los nueve kilómetros en 26 minutos y 31 segundos. A lo largo de las tres décadas de historia del Memorial Itziar López de Uralde, en el palmarés masculino destaca Víctor Rojas, que cosechó cinco triunfos en las ediciones de 1991, 1993, 1995, 1997 y 1998. Los noventa fueron suyos. Sin embargo, en cuanto a números de triunfos la palma se la lleva Estíbaliz Urrutia, que ganó en diez ocasiones la carrera entre 1989 y 2006.

poder de convocatoria Uno de los grandes valores de la carrera es que siempre ha tenido un gran poder de convocatoria. El tope de participantes lo alcanzó en 1998, cuando se reunieron un total de 6.200 atletas. Los dos años siguientes la prueba se estabilizó en los 5.000 inscritos, pero en 2001 diferentes problemas dentro de la organización desembocaron en la suspensión de la carrera. La prueba volvería a su cita un año después, pero ya con un número de corredores más modesto. En la última década la carrera ha bailado entre los 2.000 y los 3.000 inscritos, cifra que este año parece que se ha vuelto a alcanzar para celebrar un cumpleaños redondo. "En la actualidad ha bajado el número de participantes porque hay un montón de carreras. Hay días en los que hay dos o tres pruebas. Eso antes no pasaba, por lo que tenías más participantes. En 2013 hay entre 70 y 80 carreras al año en Bizkaia, mientras que en 1983 había unas quince carreras. Pasar ahora de 2.500 participantes es un récord", explica Dimas Ramos, feliz por ver crecer a la criatura, que luce una salud estupenda.