barakaldo. Con el susto de la temporada pasada ya olvidado y con las heridas cicatrizadas, el Calmec Barakaldo afronta una nueva campaña en la división de plata del balonmano. Tras un año tonteando con el descenso, el conjunto fabril ha querido priorizar las obligaciones sobre los sueños y comenzar la Liga con los pies sobre el parqué. Y es que el equipo de Joseba Rodríguez, Jaito, aprendió a base de golpes que la ambición es una virtud engañosa, un arma de doble filo que puede hundirte en lo más oscuro de la clasificación. Así, si bien la temporada pasada el objetivo era la promoción de ascenso, en esta ocasión el Calmec se ha propuesto un propósito más humilde: mantener la categoría. "Queremos conseguir la permanencia lo antes posible y, solo a partir de entonces, mirar hacia arriba. Somos menos ambiciosos que el año pasado porque mirar al play-off nos pasó factura", reconoce Jaito sin tapujos.
Tras una pretemporada casi perfecta, donde incluso se permitió el lujo de ganar en la Euskal Kopa al Bidasoa, de Asobal; la plantilla del Calmec al completo ha asentado las bases de juego que propone Jaito, que por primera vez ha colgado las zapatillas de jugador y se centrará tan solo en su tarea como entrenador del conjunto fabril. El técnico barakaldarra tiene una idea muy definida de lo que quiere sobre el parqué ya que, para él, la permanencia en la categoría pasa por lograr una defensa férrea: "Somos una plantilla de gente pequeña, cuando los contrarios se nos ponen en un 6:0 con jugadores grandes nos es muy complicado marcar, así que si encima ellos nos marcan? Decidí trabajar la defensa para evitar que nos hagan goles muy fácil, poder recuperar la pelota y provocar contraataques rápidos de uno contra uno para facilitarnos la labor ofensiva", explica, coherente el técnico.
hoy, 19.45 horas Así, con las ideas claras, esta tarde (19.45 horas, Lasesarre) el nuevo Calmec echa a andar en la Liga ante el Torrelavega, un primer escollo muy duro que ya se encargó la campaña pasada de sacarle los colores al conjunto fabril. Jaito ya se encargó durante la pretemporada de levantar la moral de una plantilla tocada por la mala temporada pasada y que, además, cuenta con cuatro caras nuevas: Josu Valderrama e Igor Barcenilla, procedentes de las categorías inferiores; Pablo Paredes, de Urdaneta, al que el técnico fabril definió como "la perla del balonmano vizcaino pretendido por equipos como el Barcelona"; y Arkaitz Moreno, un pivote del Gure Auzune que dará mucho de qué hablar.