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Un mordisco a la yugular

Olaetxea vence 'in extremis' a Albisu, que exhibió músculo y pegada en Tolosa

Un mordisco a la yugularJavier Colmenero

Duración: 57:12 minutos de juego.

Saques: 5 de Olaetxea y 7 de Albisu.

Pelotazos: 170 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 13 de Olaetxea y 8 de Albisu.

Errores: 6 de Olaetxea y 4 de Albisu.

Marcador: 0-1, 1-2, 2-3, 3-4, 6-5, 7-5, 9-6, 10-11, 18-12, 19-15, 19-16, 20-18, 20-19, 21-21 y 22-21.

Botilleros: Iraitz Olaetxea acompañó en la silla a Mikel Olaetxea; Luis Galarraga hizo lo propio con Jon Ander Albisu.

Incidencias: Media entrada en el Beotibar de Tolosa.

bilbao. Fue Mikel Olaetxea un genio cuando más lo necesitaba, cuando su cuello se hallaba en el cadalso ante el empuje y la pegada de Jon Ander Albisu, cuando las dudas le acuciaban e Iraitz, su hermano y botillero, le pedía intensidad, cuando todo parecía perdido y el luminoso señalaba un cruento 20-21, cuando nadie esperaba que abriera el tarro de las esencias, cuando todo parecía negro. Y apareció, desde la pared izquierda, con un gancho de zurda excepcional, desde el cuadro cinco, lejos, muy lejos del frontis que era donde le había situado el músculo de su contrincante, que impactó a centímetros de la chapa y murió, a toda velocidad, en la contracancha. Como lo hicieron las esperanzas de Albisu. El de Ataun, que había derribado los muros construidos por Olaetxea mediado el encuentro a base de garrote, vio como se escapaba el partido entre sus dedos como arena. Y fue por ese gancho, esa diablura digna de un artista, por ese remate de escuadra y cartabón, que amaneció a la desesperada y oscureció el horizonte de Jon Ander, quien se hizo fuerte con golpe a bote, los saques y tomando medidas drásticas con un 18-11 en el marcador que lo condenaba, después de haberse encontrado 10-11.

Rumbo al patíbulo Albisu, Olaetxea dejó de coleccionar buen juego. Se confió el de Lizartza y Jon Ander creció como la espuma. Impulsó sus credenciales obligando a Mikel a jugar atrás y le castigó al restar. Sin embargo, con el 20-21, Olaetxea sacó el gancho. Milimétrico. Un mordisco a la yugular. Un golpe mortal.