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Jonathan Castroviejo caza en coto privado

El vizcaino del Movistar se impone en la crono inicial de la Vuelta a Madrid

Jonathan Castroviejo caza en coto privadoEFE

BILBAO. Llevaba Jonathan Castroviejo un curso a contracorriente. Ni la fortuna ni las piernas estaban colaborando en su objetivo de levantar los brazos en su especialidad predilecta: la lucha contra las manecillas del reloj. En el arranque del curso las centésimas le impidieron sentirse vencedor en un par de ocasiones -fue segundo en la crono de la Vuelta a Murcia, con el mismo registro que el vencedor, y cuarto en La Sarthe, igualado a tiempos con el segundo y el tercero-. Posteriormente, se alistó en el Tour de Romandía con grandes ilusiones, pues ya sabía lo que era ganar en esa prueba, pero rápidamente comprobó que no andaba al nivel esperado. Cuando ni la suerte ni las fuerzas acompañan el resultante es un mar de dudas, un estado de inquietud que el ciclista vizcaino del Movistar se quitó ayer de encima al proclamarse vencedor de la crono que inauguraba la Vuelta a Madrid.

El trazado de la Casa de Campo, de 7,8 kilómetros, es coto privado para Castroviejo. Allí ganó la pasada temporada, cuando aún lucía el maillot de Euskaltel-Euskadi, y allí volvió a volar ayer para estrenar su casillero de éxitos con el Movistar, aventajando en 16 segundos al ruso Artem Ovechkin y en 24 a su compatriota Sergey Firsanov, ambos del Rusvelo, que concluyeron segundo y tercero respectivamente. El vizcaino se mostró más que satisfecho tras bajarse del podio enfundado en el maillot amarillo de la prueba y destacó que "llevaba todo el año haciendo buenas cronos, en La Sarthe estuve cerca de ganar y en Murcia sólo me faltaron unas centésimas, pero no venía con mucha confianza porque en Romandía no me fueron bien las cosas. Pero me ha salido una gran contrarreloj y he podido ganar, no me ha afectado nada la presión de ser el favorito, me tomo todas las cronos igual. Durante el recorrido no sabía referencias porque no me funcionaba la emisora, pero viendo el potenciómetro sabía que mal no iba, tenía buenas sensaciones. Me he amoldado bastante bien a la nueva cabra y esto me va a dar confianza de cara a las siguientes cronos".

Antes que esas futuras luchas contra el reloj, Castroviejo tendrá que defender hoy su liderato en una jornada en absoluto sencilla, pues concluirá en el puerto de La Morcuera (Primera) tras 182 kilómetros con otras tres ascensiones y una primera subida al puerto final cuando resten setenta kilómetros para la conclusión. "Esto será otra historia porque el trazado es más duro que el año pasado, pero lo bueno es que no soy el único con opciones, prácticamente todos mis compañeros pueden estar delante y eso es un lujo para nosotros. Yo ahora quiero disfrutar de esta victoria y dedicársela a todo el equipo, a mi familia - ayer asistió in situ a su triunfo- y a todos los aficionados al ciclismo", declaró con la satisfacción del deber cumplido.