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El Barakaldo se descuelga

Los aurinegros empatan en Lasesarre y se alejan de las posiciones de 'play-off'

El Barakaldo se descuelgaFoto: Juan Lazkano

BARAKALDO: Urretxa, Portuondo (2), Sarasola (0), Rodríguez (2), Borda (0), García (3), Macías (3) -siete inicial- Llamazares, Porras (7), Muñoz (4, 2p), Ortuondo (2), Aguirrezabalaga.

BIDASOA IRUN: Astydamas, Barthe (1), Gimeno (2, 1p), Rincón. F (3), Renaud (4), Aldunate (5), Aramburu (6, 4p) -siete inicial- Zubiria, Rincón. D (1), Cambronero .I (1), Cambronero. E (1), Ruiz (0), Villa manía (0).

Parciales: 1-3, 3-4, 6-6, 8-8, 9-11, 11-13 (descanso); 13-14, 16-15, 19-16, 20-20, 21-21 y 24-24.

Árbitro: Juan Bautista Lanuza y José Ramón Sáez (valencianos). Expulsaron con roja directa Rincón. D (Min. 55). Excluyeron a Portuondo (3), Porras (2), Aldunate (2), Sarasola, García, Ruiz, Cambronero. I.

Incidencias: Unas 300 personas en Lasesarre.

bilbao. El Barakaldo no pudo pasar del empate a 24 ante el Bidasoa Irun. Como todo buen derbi hubo mucha intensidad y mucho más corazón que cabeza en ambas escuadras, que contagiadas por el fenomenal ambiente de las gradas, jugaron un encuentro de poder a poder. El Bidasoa Irun comenzó muy metido (1-4) con Aldunate como punta de lanza. Los aurinegros entraron fríos y hasta no cumplido el minuto cinco de juego no entraron en faena.

Txanpi Rivero puso un 5-1 con Sarasola como adelantando pero los irundarras con movimiento rápidos desbaratan la defensa fabril. Rivero cambió a un sistema 4-2 y 3-2 y el equipo reaccionó. Ortuondo dirigía la batuta y Macías (3 goles), por el extremo izquierdo, y Porras (2 goles), en el pivote, ponían su granito de arena. De aquí hasta el final, hubo mucha igualdad. A falta de cinco minutos para el descanso, el técnico irundarra dio un susto tras sufrir un desvanecimiento pero siguió dirigiendo a los irundarras en el segundo acto.

En la reanudación, el Balonmano Barakaldo pegó primero y llegó a coger una renta de tres goles. Los irundarras no dieron su brazo a torcer e igualaron el partido. Los últimos diez minutos no fueron para cardíacos. Llamazares puso su impronta en estos minutos con paradas de mucho mérito en el uno contra uno. Ambos equipos pudieron adjudicarse a la victoria, pero los nervios y el corazón se impusieron.