bilbao. Con 8 años, Lara Arruabarrena (20-III-1992, Tolosa) se embarcó en la aventura del tenis. Fue cosa de niñas, "casualidad", dice. Acompañó a una amiga a un cursillo de verano y de este modo empuñó una raqueta. Y así, por esa sinrazón, creció y creció en las pistas. Ya con 10 años, desde el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat del Vallés, recibió una llamada de captación. "Pero si no soy ni la mejor de mi grupo", se cuestionaba a sí misma. Pero los ojos captadores tuvieron buena vista. Fue campeona de España infantil en 2006, campeona de España de dobles sub'16 en 2008, campeona de España por equipos en 2009, subcampeona de Europa junior en 2011, subcampeona de dobles de Roland Garros junior en 2011, ha ganado 11 torneos ITF obtenidos en 12 finales... Así, sumando y sumando, hasta llegar al día de ayer, cuando, cómo no, Lara, 19 años ya, siguió añadiendo.

Arruabarrena, 174 del ránking mundial al inicio del evento, se encontraba en el marco del torneo WTA de Bogotá, en su final, donde había llegado de manera descarada. Allí, en la pista central del CAR de Coldeportes, aguardaba la rusa Alexandra Panova, 118 de la clasificación WTA. Sin miramientos, Lara se olvidó de la "casualidad" que le trajo al tenis. Sin fisuras, comenzó a obrar. Planteó un break en blanco en el despertar del partido. La acompañó un fructífero servicio gracias al cual solo cedió seis puntos en el primer acto. Panova veía cómo arreciaba el temporal. Lara se hizo con los cuatro primeros juegos para cerrar 6-2 la función. Pudo la tolosarra incluso economizar su ventaja de partida.

Si bien, Panova no había dicho la última palabra. Arruabarrena inició el segundo set con un break, no obstante, la rusa se rehizo. Lara no se amedrentó y aplicó entereza. Recuperó la iniciativa e instaló el 2-1 en el luminoso. Así, la guipuzcoana mantuvo la ventaja hasta el décimo juego, con un 5-5. La tenista del este se aferró a su espíritu de supervivencia. Y dejó a Lara con doce bolas de break en contra, de las cuales salvó nueve. Pero esta rompió el servicio de la rusa y adquirió una diferencia que resultó definitiva (7-5). Habían transcurrido entonces 1 hora y 18 minutos de juego, la transición de Lara hacia la corona. La primera guipuzcoana que accedía a una final WTA acababa de sellar su histórica victoria.

ha cedido un set en el torneo Arruabarrena, además, consiguió el título más trascendente de su carrera deportiva con una firmeza incuestionable sobre la arcilla colombiana, después de solamente ceder un set durante todo el torneo y precisamente en el partido del debut, ante la austríaca Patricia Mayr.

El sueño de Arruabarrena de colarse entre las 100 primeras del ránking mundial está cada vez más cerca. Desde ahí, la azotea del tenis, espera poder competir en torneos de Grand Slam. Por de pronto, embarcada en el asunto por "casualidad", ya es una de las raquetas más prometedoras del Estado.