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El otro Antón

Markel, al que algunos comparan con Igor, sueña con "ser profesional" en el futuro

El otro AntónFoto: paulino oribe

Dicen que las comparaciones son odiosas, más aún cuando se hacen con personas de reconocido prestigio. Este es el caso de Markel Antón (Zalla, 1989) a quien, por su forma de pedalear, de moverse encima de la bicicleta, comparan con Igor Antón. Solo comparten apellido, "no conozco a Igor en persona", reconoce el joven, que asegura que "no me importa que me comparen con él -de hecho, ya lo hacen-, es un ciclista muy bueno y además tiene pinta de ser un chaval muy majo"; pero ambos tienen cuerpo de escalador.

Unidos por una pasión, un mismo deporte, el ciclismo, Markel persigue el sueño que hace ya varios años alcanzó el galdakoztarra: llegar a ser profesional en su deporte favorito, hacer de él una forma de vida. "Sí, quiero ser profesional de la bicicleta, poder vivir de ello, es mi pasión", comenta seguro de sí mismo. La dificultad que supone llegar a lo más alto de un deporte tan duro como el ciclismo es un reto que no asusta al corredor del Seguros Bilbao. La última campaña del de Zalla, muy completa a todos los niveles, ha hecho brotar una ilusión casi perdida dos temporadas atrás, cuando una anemia impidió que Antón pudiese estar al 100%. "Sin duda alguna este ha sido el mejor año. Hace dos años una anemia hizo que no rindiese a mi mejor nivel y por fin me he recuperado", relata el joven. "Tener el cuerpo en plena forma ha sido la clave de la temporada", se congratula.

Siempre cerca de la cabeza, en los puestos de honor, el ciclista del Seguro Bilbao lamenta no haber podido sumar alguna victoria más: "Solo pude rematar en Turtzios. Pero aún así he terminado contento". Su menudo cuerpo, que ronda los 60 kilos, le impide desarrollar una mayor velocidad en los esprines. Eso le ha impedido estar en lo más alto en más pruebas, pero su destreza es otra, donde mejor se desenvuelve es en la montaña. Sabedor de que la regularidad es importante para llegar a convertirse en profesional, Markel Antón se encontrará el próximo curso ante su "año más importante". "El primer año que pasé a amateur sí fue bueno. Luego tuve un bajón durante dos años y este he vuelto a subir. La próxima temporada espero que sea muy buena", dice.

recuperar el tono La confianza en sí mismo y la ayuda de su equipo fueron las que lograron a Markel a salir del pozo en el que se vio inmerso durante dos años. "El director siempre me ayudó. Además, que en el equipo haya tan buen ambiente hace que los problemas se lleven de mejor manera, más cómodos", rememora.

Olvidado ya el calvario, que queda lejos en el tiempo, el futuro más inmediato del corredor del Seguros Bilbao pasa por preparar la próxima campaña de la mejor manera posible y para ello admite tener margen de mejora en una temporada que puede ser clave en su devenir como ciclista: "Sé que puedo mejorar todavía. Tengo margen para bajar de peso y entrenar más y estoy muy animado". El sueño que persigue Markel, el de llegar a ser profesional del ciclismo algún día, le han llevado a realizar varios sacrificios, pero entre ellos no ha estado el de dejar los estudios a un lado. "Eso nunca", reconoce mientras añade que "soy consciente de que puede que no llegue a vivir de la bici, por lo que sé que tengo que estudiar".

Afincado en Gasteiz, donde cursa ciencias ambientales en la UPV, es en allí donde sale a entrenar a diario en busca de su sueño. Acompañado por Pello Bilbao, que en la última campaña ha dado el salto a Euskaltel, Markel espera poder seguir los pasos de su amigo, pero también los de Igor Antón y llegar a ser el otro Antón, pero el de Zalla.