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Carlsen se corona en la foto finish

El noruego vence a Vasili Ivanchuk tras un desempate en dos partidas rápidas

Carlsen se corona en la foto finishPAblo Viñas

BILBAO. Magnus Carlsen comenzó el torneo agazapado, realizando un juego mediocre para su nivel, entre las sombras. Pero el número uno del mundo reapareció en el momento clave, cuando todas las apuestas señalaban a Vasili Ivanchuk como ganador, para tornar los favoritismos en tan solo cuatro minutos. El noruego se proclamó campeón de la cuarta edición de la Final de Maestros del Grand Slam de Bilbao, y lo hizo de forma tan brillante que rozó la crueldad.

Las tablas que firmó con Hiraku Nakamura y el punto sumado por el ajedrecista ucraniano ante Levon Aronian, provocaron un empate en el liderato por lo que el campeón tuvo que decidirse en dos partidas rápidas. Un final trepidante perfecto para el nivel del torneo. Cuatro minutos para cada jugador, dos partidas para llevarse la txapela. El sorteo del color benefició a Carlsen, que comenzó con blancas, pero el nerviosismo y la premura del tiempo provocó que la partida diera la vuelta y fuera Ivanchuk quien tuviera la oportunidad de comenzar con triunfo. Sin embargo, de nuevo las tablas hicieron que el emocionante final se prolongara durante diez minutos más. Y es que si la primera partida del tie break pasará a la historia del ajedrez por su vertiginoso ritmo, en la partida de desenlace, la última de un trepidante torneo de dos semanas, reinó el sosiego.

Ivanchuk comenzó con la ventaja inicial, pero su pasividad le hizo perder presencia en el tablero y eso fue aprovechado por Carlsen. El noruego consumió la mayor parte de su tiempo mejorando sus posiciones para un ataque más certero, y las agujas de su reloj anunciaban la caída de bandera. Fue entonces cuando el número uno del mundo despertó y, como si de una iluminación se tratara, vio la jugada muy clara. Torre, dama y alfil se entrelazaron en un ataque terrorífico que ni la mejor defensa de Ivanchuk pudo atajar. 39 movimientos que finalizaron con la caída del rey blanco.

El ucraniano abandonó la partida con los ojos vidriosos, desconcertado. El torneo que había liderado desde la primera jornada se le escapó de las manos en el último momento. Un chaval con la mitad de experiencia le había derrotado en tres ocasiones y le arrebató una txapela que todo el mundo le daba como suya, sin que casi se hubiera dado cuenta. "Mi momento clave fue la quinta ronda, cuando conseguí vencer a Ivanchuk con negras, porque me di cuenta de que era capaz de alcanzarle en la clasificación", afirmó Carlsen ya proclamado campeón.

Wishanathan Anand venció a Francisco Vallejo en una partida rara y fea en la que el propio indio reconoció no saber qué estaba ocurriendo sobre el tablero. Con esta derrota, el menorquín, muy descontento con su juego en este torneo de nivel mundial, descendió a la última posición de la clasificación; y Anand tuvo que conformarse con la quinta plaza. "Mi juego ha sido patético", reconoció el propio indio una vez que el evento hubiera finalizado para él. Aronian y Nakamura, por su parte, sumaron un punto en esta última jornada por lo que quedaron emplazados en la tercera y cuarta plaza, respectivamente.

Cuarta edición "Llevo cuatro años viniendo a Bilbao pero nunca he tenido suerte en este torneo. Sin embargo, este año ha sido mi año y he podido remontar hasta el final", explicó antes de colocarse la txapela de vencedor. Y razón no le faltó, pues tanto él como Vasili Ivanchuk encumbraron la calidad del torneo hasta límites inhumanos ya que sus partidas rápidas hicieron las delicias de las centenares de personas que acudieron a la Alhóndiga. La presteza de sus movimientos convirtió al ajedrez en un espectáculo brillante y el noruego recibió como recompensa un sonoro aplauso. El premio del público que más le gustó al campeón.