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El negocio del balón ovalado

Los Packers y los Steelers se enfrentan en la gran final de la NFL, que prevé mover cifras históricas

El negocio del balón ovaladoFoto: deia

bilbao. Quien pensara que la ola de frío y nieve que azota Dallas desde el viernes iba a ser un impedimento para que se celebrara la mayor fiesta del deporte norteamericano, estaba muy equivocado. La Super Bowl, ya se siente en cada casa estadounidense, erigida como fiesta nacional. Como cada primer domingo de febrero, el país entero se paraliza en torno a un partido y permanece ansioso a la espera del primer golpeo que desate la euforia de la final del fútbol americano. Todas las miradas se dirigen hacia el Cowboys Stadium de Arlingston, en Texas, donde se prevé un duelo muy reñido e igualado entre los dos únicos supervivientes de esta implacable lucha de 32 equipos: los Pittsburgh Steelers y los Green Bay Packers. Pennsylvania y Wisconsin en desafío directo por el Vince Lombardi, el trofeo plateado con el que se premia al campeón, ya dentro de las vitrinas de la gloria de este deporte hecho costumbre.

El Super Domingo es algo más que una final de fútbol, es un acontecimiento social convertido en espectáculo por los medios de comunicación. Esta edición es la primera en la que los tiempos muertos del encuentro no están amenizados por los bailes y pompones de las cheerleaders, pero la ceremonia no perderá su naturaleza mediática. Christina Aguilera es la elegida para cantar el himno estadounidense antes del encuentro; y, al descanso, los espectadores serán testigos de un pequeño concierto de los Black Eyed Peas. Además, se estima que la audiencia de este partido supere los 106 millones de espectadores del 2010, lo que supondría un nuevo récord al convertirse en el programa más visto de la historia de la televisión norteamericana. Por ello, los precios se han disparado. Acudir al Cowboys Stadium supondrá un desembolso de 3.600 dólares, mientras que la emisión de un anuncio de 30 segundos en televisión será bajo pago previo de 3 millones de dólares. Pero, a pesar de la carestía, son miles las empresas que pujan por aparecer en esos minutos de máxima audiencia puesto que la inversión puede llegar a triplicarse en beneficios. Así, la Super Bowl es el amalgama de dos guerras: la televisiva y la deportiva.

Los Packers, favoritos A pesar de que los Steelers son el equipo que más Super Bowls tienen en su haber, con seis trofeos, los verdaderos favoritos en todas las apuestas son los Packers gracias, sobre todo, a la excepcional temporada de Aaron Rodgers. El quaterback titular ha llevado a los de Wisconsin a la final de la NFL con una fantástica racha de victorias, a pesar de jugar sus tres partidos de playoffs como visitantes. Sin embargo, para poder lograr su cuarto Vince Lombardi, los Packers deberán superar a la mejor defensa de este campeonato liderada por el característico Troy Polamalu, la estrella indiscutible de los Steelers, que ,melena al viento, se ha erigido en protagonista por sus espectaculares placajes. Es por ello que la mayor parte de las opciones de los Steelers en esta edición de la Super Bowl pasan por imponer un juego muy físico basado en el contacto directo. Así, Packers y Steelers se enfrentan en un duelo único por la victoria mientras los anuncios millonarios se suceden en la pantalla para el incentivo de la economía.