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La educación y los Objetivos de Desarrollo del Milenio

TE imaginas cómo sería tu vida si no hubieras tenido educación? Probablemente sea difícil de imaginar porque, simplemente, no serías quien eres ahora. Tu identidad sería completamente distinta y la sociedad en la que vives tampoco se parecería en nada. La educación se asocia a factores clave del desarrollo y bienestar como la movilidad social, la reducción de la pobreza, la construcción de ciudadanía y la identidad social, también es uno de los principales campos de reducción de desigualdades a futuro. Además, no hay que olvidar, que tiene un valor en sí misma como derecho de todas las personas reconocido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental.” (Artículo 26). A ello hay que sumarle que se trata de un derecho que podríamos denominar llave, esto es, posibilita el acceso al resto de derechos, sean estos culturales, sociales, económicos o políticos.

La importancia de la educación tiene su reflejo en la formulación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Son ocho propósitos de desarrollo humano que se fijaron en el 2000 por los 189 países miembros de las Naciones Unidas y que se querían conseguir en el año 2015. El segundo de ellos era “lograr la enseñanza primaria universal”, pero la educación también está implicada directamente en el tercero: “Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer”.

Cada uno de los objetivos tenía sus propios indicadores para poder saber su grado de cumplimiento, uno de los principales es que todos los niños y niñas deben terminar un ciclo completo de educación primaria. La educación primaria ha sido considerada históricamente como un factor clave para el futuro de los niños y las niñas, porque en esta etapa del desarrollo es posible actuar positivamente y de manera eficaz en la formación de las personas. No es casualidad, entonces, que todos los acuerdos mundiales sobre educación propongan la universalización de la educación primaria de calidad, definida no sólo en términos de cobertura, sino también como acceso equitativa a esta, debido a las especiales dificultades de las niñas para acceder a la educación y continuar con los estudios.

Balance: demasiado pendiente Ha pasado ya el plazo de cumplimiento de los ODM y es el momento de hacer balance de lo conseguido y los retos pendientes. La Unesco presentó un informe que refleja avances, pero insuficientes. Solo uno de cada tres países del mundo ha alcanzado la totalidad de los objetivos de la educación para todos, el 43% de los países lograron la paridad de género en la educación primaria y secundaria y tan solo la mitad de ellos lograron la escolarización universal de todos los niños y niñas en edad de cursar la enseñanza primaria.

Esto significa que en 2016 todavía hay 59 millones de niños y niñas sin escolarizar, de los cuales el 53% son niñas (cifra que ha aumentado en 2,4 millones desde el año 2010), otros 124 millones de niños y niñas en el mundo que no podrán terminar sus estudios de primaria y muchos de los que los terminan no adquieren las competencias básicas por la mala calidad de aprendizaje en la enseñanza. Se siguen necesitando cuatro millones de docentes para lograr la escolarización de todos los niños y niñas en edad de cursar primaria.

La educación no es el único ODM que no ha sido cumplido. A pesar de los progresos nos hemos quedado muy lejos de conseguirlos. Es por ello que en septiembre del 2015 los estados miembros de la ONU aprobaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (ODS) para poner fin a la pobreza, luchar contra la desigualdad y la injusticia y hacer frente al cambio climático. El Derecho a la Educación se recoge en el ODS 4 formulado de la siguiente manera: “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”. Las metas se amplían incorporando, por ejemplo, la enseñanza secundaria como gratuita, equitativa y de calidad. Para conseguirlo los países con mayores posibilidades deben de garantizar una financiación mínima. La inversión de Ayuda al Desarrollo de España en el 2015 fue del 0,13% de la renta nacional, muy lejos del 0.7% al que se comprometió a llegar en el 2015 cuando se formularon los ODM.

El ex secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, dijo que “sin educación, no podemos ver más allá de nosotros mismos y nuestro estrecho entorno y comprender la realidad de la interdependencia mundial. Sin educación, no podemos comprender cómo las personas de otras razas y religiones comparten nuestros mismos sueños y esperanzas. Sin educación, no podemos reconocer la universalidad de los objetivos y aspiraciones humanos”. No podemos permitirnos el lujo de que llegue el 2030 y tengamos que formular otros nuevos objetivos porque los antiguos no se han cumplido. Hablamos de educación, hablamos de niños y niñas, hablamos de futuro, hablamos de posibilidades, de igualad de oportunidades, se saber y conocimiento. Debiera ser una prioridad como sociedad, ¿nos ayudas a conseguirlo?