LA necesidad de desarrollar un nuevo modelo industrial que propicie una nueva etapa de resurgimiento económico tiene que propiciar la ampliación de los campos de actuación sobre lo ya existente. Es indiscutible que la energía y el medio ambiente son dos de las áreas que los nuevos tiempos van a propiciar su crecimiento, en muchos supuestos en un área conjunta.
En los años 70 y 80 del pasado siglo, Euskadi destacaba por disponer de ingenierías y empresas de producción en el entorno de la energía nuclear, de la mano de los proyectos de Iberdrola. Aquella etapa de lo nuclear se acabó y con ella todo lo que había de conocimiento y producción de equipos. Hoy vuelve a resurgir con fuerza la potencialidad de lo nuclear y es lógico que nos planteemos qué podemos hacer sobre ello. Efectivamente, han pasado muchos años desde entonces y muchas cosas sobre los recursos energéticos con sus respectivas crisis. Y no es difícil aseverar que no ha habido contratiempos dignos de reseñar salvo el grave incidente de la planta de Harrisburgh en EE.UU. Algún ignorante podrá alegar lo de Chernobyl, pero es que ésta no era una central nuclear clásica, sino una alcachofa nuclear.
En este tiempo ha mejorado mucho la tecnología y el conocimiento, por lo que si no ha habido incidentes apreciables hasta ahora, más difícil y de muchísima menor probabilidad es que lo haya en un futuro. Alemania, Francia y Gran Bretaña anuncian que van a seguir abriendo centrales nuevas, e imagino que tienen la capacidad de idear lo que más conviene a su sociedad, a la que no desean ningún mal. No es extraño que Francia haya pasado el trance de la crisis mejor que su entorno porque entre otras cosas su modelo energético basado en las nucleares se ha mostrado exitoso.
La verdad que el problema de los residuos nucleares está sin resolver, pero su solución temporal es suficiente para ir hacia delante. Euskadi necesita que si lo nuclear va a expansionarse por el mundo, lo que es evidente por otra parte, desde la administración competente se propicie el desarrollo de un campo en el que ya fuimos líderes en el Estado y que ayudaría a complementar las nuevas actividades que han de propiciar la salida de la crisis.