Realizar una proyección de futuro con las jornadas celebradas no deja de ser un ejercicio adivinatorio, gratuito, un juego carente de rigor e inofensivo al mismo tiempo. Son pocos partidos para extraer conclusiones de por dónde irán los tiros, aunque sí se detectan algunas inercias que se van plasmando en la clasificación. Desde la óptica del Athletic, el análisis de situación se debe centrar en lo que refleja la mitad alta de la categoría. Se parte de que el objetivo no es otro que emular el logro de la última edición del campeonato: acabar entre los mejores y ganarse el derecho a volver a una competición europea.
Disputados los primeros nueve encuentros, el equipo de Ernesto Valverde posee tres puntos menos que doce meses atrás, lo cual le permite figurar en la sexta posición, con solo un punto menos que el quinto. O sea, se halla muy próximo al puesto donde terminó en mayo, que hoy ocupa Osasuna. Es un dato positivo. Y al repasar sus actuaciones, podría afirmarse que ha tenido en su mano la obtención de algún punto más de los que hoy lucen en el casillero.
Aún está caliente la derrota en Montilivi, escenario donde malgastó balas de sobra para incrementar su cuenta. En este sentido, no cabe obviar el empate cedido en San Mamés ante el Sevilla, que marcó su gol en superioridad numérica y en el tiempo añadido. Tampoco dejó un grato recuerdo la derrota frente al Atlético de Madrid por la mínima, asimismo certificada superado el minuto noventa. Una pizca de fortuna o de acierto en cualquiera de estos encuentros hubiese bastado para subir algún peldaño en la tabla.
Las victorias sobre Valencia, Las Palmas, Leganés o Celta, respondieron fielmente a los méritos acumulados, al igual que el 1-1 con el Getafe, que sirvió para inaugurar la campaña y, las cosas como son, pareció que pillaba poco rodados a los rojiblancos. En síntesis, poco que alegar a la cifra de puntos que amasa a fecha de hoy. En todo caso, existiría cierto margen para lamentarse.
Pero la valoración del comportamiento del Athletic no sería correcta sin mencionar el hecho de que en este primer cuarto de LaLiga ha intercalado un par de compromisos de la Europa League. Se estrenó en el intimidante Olímpico de Roma con una igualada muy trabajada y espabiló en el tramo final del cruce con el AZ Alkmaar para júbilo de la afición. Son cuatro puntos que aportan esperanzas fundadas pensando en el acceso a la siguiente ronda y, de momento, le ubican en una interesante undécima posición emparejado con los cinco conjuntos que le anteceden.
La compaginación de estos dos frentes asoma como clave esencial del análisis. Se trata de un condicionante poderoso y desconocido para este Athletic. Cada año asistimos al desgaste que supone para la mayoría de las plantillas. Abundan los ejemplos de proyectos que se han torcido e incluso ido al traste a causa de la exigencia que comporta asumir un calendario tan denso, más en la actualidad gracias al nuevo sistema (de recaudación) ideado por la UEFA y que en la fase de grupos consta de ocho partidos.
Sin ir más lejos, somos testigos de las apreturas del Girona o de la Real Sociedad. Los catalanes aún no han puntuado en la Champions y solo gracias a que batieron al Athletic han adecentado el arranque liguero. Bastante peor le va a la Real, que no levanta cabeza en su estadio y lleva cinco puntos menos que el Athletic. Apuntar que en la última liga ya dio síntomas de debilidad y terminó a ocho de distancia. El Girona, por su parte, erigido en la gran revelación del curso, amasó una ventaja de trece puntos sobre el Athletic, pero en verano perdió muchas piezas básicas y el esfuerzo extra de codearse con rivales del pelo del PSG está ralentizando su despegue, si es que se produce.
Pensando en las probabilidades a largo plazo en el torneo de la regularidad y dando por sentado que Barcelona, Madrid y Atlético coparán el podio, se ha de mencionar que al Athletic le ha salido un rival directo distinto. El Villarreal, que acabó con trece puntos menos que los rojiblancos, se postula como el candidato a recoger el testigo del Girona. A Marcelino García le han armado un plantel de entidad y ya suma 17 puntos. A su favor, que no juega en Europa.