Estoy con la influencer María Pombo. Leer no te hace mejor persona. Es más, no leer puede llevarte a ser una gran persona. O un gran profesional. O ser un músico capaz de llenar estadios. O lo que sea que quiera cada uno respecto al verbo leer. Se trata de un acto individual. Quien más quien menos ha leído un libro que le ha marcado. Eso ya dice mucho del poder de la lectura, del misterio que nos atrae, nos atrapa y nos sumerge en mundos, reales o ficticios, que de otra forma nunca hubiéramos visitado. Leer por placer, por necesidad, incluso leer por supervivencia. Los que amamos los libros lo hacemos sin condiciones. Y los amamos a todos. Y somos conscientes, como dice Pombo, que leer no nos hace mejores personas. Pero también somos conscientes de que leer, la lectura en general, nos abre caminos por los que transitar en busca de hacernos mejores personas. Leer es política, sublevación, revolución, construcción y destrucción. Ilusión, magia y poesía. Es hacernos mejores y también peores. Es todo y nada. Por todo ello no queda sino alimentar la polémica y recomendar leer a todo el mundo. Tomar partido. Por ello, y sin ningún ánimo de controversia artificial, creo con toda sinceridad que leer nos hace mejores. Sin ninguna duda. Sin pretender ofender a nadie. Leer es recordar el pasado y pensar en nuestro futuro. Así que leamos. Regalamos libros. Que nos los regalen. Y jugando con el título de la película de Sydney Pollack: “Leed, leed...”