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Mesa de Redacción

Igor Santamaría

Ni puñetera idea

El acta notarial de las llamadas revela que el ínclito Mazón ignoró a su consellera mientras presuntamente degustaba viandas en El Ventorro y durante el desbordamiento del barranco del Poyo. El aún president valenciano estuvo ilocalizable entre las 18.30 y las 19.43 con el Cecopi paralizado, decenas de muertos en la calles y la alerta sin enviar. Tampoco le respondió a las 12.52 y a las 16.29 horas, ni en otras tres ocasiones con los municipios ya anegados entre agua y lodo. Puede resultar que Salomé Pradas desconociera cómo se maneja un móvil porque en su casa todavía responden con el teléfono de ruedita. ¿Se imaginan a su consejero de Salud excusándose alegando que ignora el funcionamiento de las ambulancias? ¿O al de Seguridad asegurando que no le consta cómo se maneja un grupo ultra? Pues ahí anda la exresponsable de Emergencias del Consell justificando su proceder en una tragedia con más de 200 muertos porque, dicho por ella, “no tenía conocimientos ni experiencia”. Ni puñetera idea. Y tan ancha entre sollozos, y tan ancho su exjefe y el mandamás de éste, tergiversando el relato cuando en cualquier paraje de la democracia europea más avanzada ya estarían engrosando las listas del paro y ante un juez. Tal ignominia provoca que a uno las peleítas de adolescentes amartelados entre los socios del Ejecutivo vasco le resulten un capítulo más de serial turco donde todo acabará en beso y abrazo.

isantamaria@deia.eus