Dice el sabio refrán que antes se coge al mentiroso que al cojo. Y, mira por dónde, una vez más ha vuelto a dar en el clavo. El protagonista, cómo no, es el todavía presidente de a Comunidad Valenciana, Carlos Mazón. El pasado miércoles, Mazón estuvo en Fitur para salir en la foto con los reyes españoles, los mismos que se llevaron el susto de su vida en Paiporta cuando los vecinos, hartos, les dijeron aquello de o cogían la pala o se que se fueran por donde habían venido. Pues bien, en un acto para promocionar la Costa Blanca. Mazón tuvo un lapsus que lo retrató como lo que es. “Una mentira por muy bien contada que esté, y yo sé de eso, solo acaba siendo mentira antes o después”, dijo ante la estupefacción de los presentes. Sin quererlo, el presidente de la Generalitat valenciana reconocía que toda esa cantidad de excusas sobre lo que hizo ese trágico 29 de octubre era una retahíla de mentiras. Y todo por no decir que estuvo alegremente comiendo en el restaurante El Ventorro con la periodista Maribel Vilaplana sin saber lo que ocurría en el exterior mientras la intentaba convencer, durante tres largas horas, para que se hiciera cargo de la televisión pública valenciana. Seis versiones ha dado el presidente de lo que hizo esa tarde. Pero por lo menos, al fin, el miércoles dijo una verdad, que sí, que nos estaba mintiendo. Lo triste es que es la única verdad que ha dicho en los últimos tres meses.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
