La Morocco Connection del asunto del novio de Ayuso riza el rizo de la incredulidad. Porque el otro día detuvieron en Algeciras a tres quinquis con el ordenador robado a la abogada de la pareja de la presidenta. Eso sí, el entorno de la líder del PP de Madrid ya había sugerido que se trataba de un episodio más de la supuesta operación de Estado contra Isabel. Y por eso, el robo era obra de la policía patriótica y formaba parte del contubernio judeomasónico contra la lideresa. A ver si me entero. La versión popular es que esto es cosa de Putin o Musk poniendo al Servicio Secreto Marroquí en convivencia con la Guardia Civil a trabajar para salvar al fiscal general. Pero señora de la fruta, al parecer, al final la “maquinaria del Estado” eran tres delincuentes comunes. Simples rateros con decenas de dispositivos electrónicos robados al azar. Que pidan a los detenidos el carnet del PSOE, vaya, para descartar. Ahora dirán que quitaron el disco duro, lo destrozaron con un martillo, y lo arrojaron al mar. Ya mismo empezaremos a ver cabezas de caballo en la cama del ático de la presidenta y González Amador. ¡Pobrecitos novios! con lo buenas personas que son, tan amables y honrados, y sobre todo tan poco defraudadores y, sin embargo, con todo el mundo en su contra. ¡Cuánta razón tenía Aznar! La trama marroquí del 11-M vuelve a actuar para desestabilizar España. Dramón.
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