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Mesa de redacción

Jontxu García

La estampita

En su momento pasó con el videoclip de C. Tangana y Nathy Peluso por la canción Ateo, rodado en la catedral de Toledo, ocurrió algo parecido con el momento de la representación de La Última Cena en la inauguración de los Juegos Olímpicos de París del pasado verano y ha pasado con Lalachus y la vaquilla de El Grand Prix. Tras las críticas, azuzadas por cierto por ese personaje que responde al nombre de Javier Tebas, a la sazón presidente de la Liga de Fútbol Profesional y que se lleva todos los años la friolera de 5,47 millones de euros, los insultos y el enfado de decenas de católicos en las redes sociales con la posterior denuncia de Hazte Oír y Abogados Cristianos, ha llevado a la estampita de la vaquilla de El Grand Prix a ser la auténtica reina de las campanadas, superando incluso el vestido-show de Cristina Pedroche, que ya es decir. Lo que hizo la actriz y cómica Laura Yustres Vélez, conocida por todos como Lalachus, en las campanadas fue su particular venganza a esos intolerables ataques que sufrió por su físico tras conocerse que sería la presentadora. Y, seguramente, era lo que buscaba, es decir, seguir en boca de todos una vez alcanzado el cenit de la Puerta del Sol. Toda esta campaña es banal, lo mismo que hizo por cierto la propia Lalachus enseñando esa estampita, un acto gratuito se mire por donde se mire. Eso sí, debemos reconocer que ha logrado su objetivo.