Las cifras siempre son frías. No tienen rostro y sirven para nutrir estadísticas como las hechas públicas el lunes por el Ayuntamiento de Bilbao sobre las personas que duermen al raso en estas fechas tan inclementes. Gélidos guarismos que han detectado 605 sinhogar en la capital vizcaina dentro de un estudio que se realiza cada dos años en los 30 principales municipios de la Comunidad Autónoma Vasca. Ser una gran ciudad atrae muchos turistas pero también más gente que se busca la vida aunque no tenga recursos ni para dormir bajo un techo. Más datos congelados. Bilbao acoge casi 68 personas sin hogar de cada cien que se han identificado en Bizkaia (un total de 895) y casi el 40% de las 1.541 personas detectadas en la CAV. Ya sé que la recopilación de datos se hizo puntual durante dos días, y que eso puede contaminar la mirada, pero la comparativa con el mismo estudio efectuado hace dos años es demoledora. Casi se han triplicado los sintecho en la villa. En 2022, fueron localizadas 247 personas en estas lamentables circunstancias. Un aumento muy preocupante que no solo se da en Bilbao. De hecho, hace dos años los sinhogar bilbainos suponían el 37,5% de toda Euskadi (658 se detectaron entonces), casi la misma proporción que este año. Es decir, la presencia de personas en exclusión residencial es generalizada en el País Vasco. Habrá que dejar la cifras y analizar seriamente las causas de tan elevado incremento.