A las puertas del 8-M Francia da un paso de gigante en el reconocimiento de los derechos de las mujeres. La interrupción voluntaria del embarazo fue despenalizada en Francia hace cerca de 50 años y ahora con la votación combinada de la Asamblea Nacional y el Senado, el país se convertirá en la primera nación del mundo en blindar ese derecho en su Constitución. El aborto está prohibido bajo cualquier circunstancia –incluso si existe riesgo para la vida de la mujer– en 24 países de todo el mundo, entre los que se encuentran Egipto, Irak, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Haití, República Dominicana, Mauritania, Senegal, Sierra Leona, el Congo, Madagascar, Laos y Filipinas. En el extremo contrario, se encuentran los 75 países que permiten a la mujer abortar en las primeras semanas de gestación sin tener que alegar ningún motivo. Entre la prohibición total y el aborto libre, están los países que permiten interrumpir el embarazo solo en determinados supuestos. La decisión de Francia tiene que ver con la visión futura de sus políticos y políticas. Ante la posibilidad de que cambien los tiempos y se produzca un retraso en las libertades ya conseguidas no han querido dar ni un paso atrás y han blindado en la Constitución lo que todavía no está al alcance de todas las mujeres. No estaría de más analizar qué ocurre en el Estado por si hay que copiar decisiones ante también aquí deseos de retroceso por parte de algunos partidos.