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Mesa de redacción

Jose Uriarte

Cuentas, cuitas y costes

Un señor de la ONU, agencia que aglutina la impotencia ante las potencias y la agenesia frente a la génesis humana de la violencia y el horror, ha mostrado esta semana cuentas y cuitas: en 2024 se necesitarán 46.400 millones de dólares para ofrecer ayuda humanitaria a 181 millones de personas de 72 países. Del total de 8.045 millones de personas y 195 países reconocidos en este mundo que destrozamos. Más de dos de cada cien personas en casi uno de cada tres países. El señor de la ONU, su jefe de asuntos humanitarios, dijo también que este año han recibido poco más de un tercio (20.000 millones) de la cantidad (57.000) solicitada el año pasado y que la ayuda llegó a sólo 128 millones de personas, también un tercio de las previstas. Para entender la impotencia, la agenesia, la desesperación ante la desesperanza, son poco más de la décima parte de los casi mil millones de personas que padecen hambre grave y la vigésima de los dos mil millones en guerra. Lo que no dijo mister Griffiths, el señor de la ONU, es que esos 46.400 millones que se necesitan son un tercio del coste, según Bruselas, de la entrada de Ucrania en la UE. O el precio de 46 baterías Patriot como las que Washington proporciona a Kiev. O el importe de los más de diez mil misiles y bombas lanzadas ya por Israel en Gaza. En fin, un día después de que hablara Griffiths, el Senado de EE.UU. aprobó casi 20 veces más, 886.000 millones, para su presupuesto de Defensa.