Es necesario que todos mis datos estén en el móvil en conocimiento de algún ente cibernético? ¿De verdad hace falta instalar cien aplicaciones y que nunca se encuentre ninguna? Pero todas las marcas nos intentan colar este recurso digital para vendernos más. Hace ya un tiempo, estuve una hora intentando descargar la tarjeta sanitaria digital de Osakidetza. Imposible. Me pareció más difícil que sacar el Grado en Medicina. Con Bizkaibus tampoco acertaba. Así que llego a la parada y espero. También quieren que me baje una app para fichar, es decir, prefieren que les diga que estoy trabajando (sea cual sea la cruda realidad) a que llegue a la redacción y ponga el dedito. Un día sucumbí y bajé una aplicación para saber en tiempo real si llovía. Otro día, el robot aspirador se negó a funcionar. Me hizo la peineta porque no sabía programarlo desde la tablet. Ahora quisiera probar la freidora de aire. Pero paso de tener que embadurnar el pulgar en aceite para hacer clic en una pantalla. Y ya estoy desesperada. A menudo me ocurre que desbloqueo el móvil para mirar la hora y acabo mirando todo lo demás. Mucha app pero con cientos de grupos de WhatsApp, encima he tenido que crear uno conmigo misma para que no se me olviden las cosas. Voy a volver al telefóno tonto. ¿Para qué quiero un móvil con cuatro cámaras? Si ya con una salgo mal, ¿para qué me pones cuatro? ¿Para que no haya dudas?

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