La laca perjudica seriamente la salud”, se le olvidó decir el otro día a Alfonso Guerra de Yolanda Díaz, a quien acusó de estar “todo el día de peluquería en peluquería”. Si para rebatir las ideas hay que ser faltón, y espetar bobadas, se desacredita solo. Menos mal que no oyó decir a la Fashionaria lo de los ricos y los cohetes. Pero este tipo de comentarios se escuchan demasiadas veces sobre cualquier mujer que se haya atrevido a romper el techo de cristal. No importa de qué partido o ideología sea la señora criticada, que vista de Chanel o de Primark. Que viva en un chalet o en un minipiso. Esta machirulada es un ejemplo más del dúo sacapuntas, González-Guerra. Dudo que haya ahora dos tipos más burgueses y casposos que Felipe y Alfonso. Aunque quizá huela más a alcanfor de ropero superviejuno el presi de la patronal de hostelería, que no ha debido dejar todavía el Farias y la copa de Soberano y defiende que en el sector siempre han trabajado “media jornada: de 12 a 12”. Eso, como cero grados, ni frío ni calor. Sólo le ha faltado decir que siempre se han hecho doce horas y se han pagado seis. Menudo figura. Igualito que aquel propietario de un bar que ofrecía trabajo, pero sin descansar ningún día a la semana porque al ser turno partido las horas entre turno y turno eran libranza. ¡Di que sí! Que la gente siempre se está quejando, dicen que quieren trabajar y cuando les das trabajo, encima quieren cobrar.

clago@deia.eus