ESTIBALIZ Urresola se puso a escribir 20.000 especies de abejas tras el suicidio en 2018 de Ekai, un adolescente que se quitó la vida tras batallar para que se reconociera su verdadera identidad de género. La película ha conseguido triunfar en la Berlinale y la niña de Basauri Sofía Otero, de tan solo 9 años, se ha llevado el Oso de Plata a la mejor interpretación. El reconocimiento es un hito importante para el cine vasco, para las mujeres que han hecho la película, para nuestra lengua y para Estibaliz Urresola, que se coloca como una de las directoras noveles más interesantes del momento. Sofía encarna a Cocó, una niña trans que visita a su familia materna, donde sentirá más que nunca que las piezas no terminan de encajar en su vida al tener que enfrentarse a las miradas de adultos que solo la reconocen con su nombre e identidad de niño, Aitor. El premio al drama sobre la infancia trans llega tan solo unos días más tarde de que dos gemelas de 12 años saltaran por la ventana de su casa en Sallent de Llobregat. Las cartas de Alana y Leila revelan que se quisieron suicidar por un posible acoso por transfobia a una de ellas. En un ambiente de debates sobre la mera existencia de un colectivo como es el trans, la película de Urresola viene a normalizar y a luchar contra la ignorancia de una sociedad que parece que solo sabe educar de una única manera. Como dice la cineasta vasca, el cine puede ser una herramienta de transformación social.

mredondo@deia.eus