Como ocurre cada año por estas fechas, la Real Academia Española (RAE) da a conocer las novedades que se incorporan a su diccionario, y en esta ocasión, entre las 280 palabras nuevas se encuentra micromachismo, la forma de machismo que se manifiesta en pequeños actos o expresiones, habitualmente inconscientes. Creo que la RAE se merece un grandísimo tirón de orejas. No entiendo cómo ha tardado tanto en recoger este término en la página web de su diccionario (para verlo reflejado en el formato en papel habrá que esperar a 2026). El primer paso para solucionar un problema es reconocer su existencia porque, como decía el filósofo George Steine, lo que no se nombra no existe. La mayoría de la gente que cae en esos pequeños actos o expresiones ni siquiera sabe que son micromachismos. El reconocimiento de este término es un pequeño paso, pero importante para que se hagan visibles estas agresiones machistas a las que no siempre (o casi nunca) se había prestado atención. Por curiosidad, estos días he mirado la composición de la Academia Española y desde que se fundó en 1713, hace más de 300 años, hasta hoy han formado parte de ella un total de 486 académicos, entre los que solo once han sido mujeres. Y desde el año 2000 hasta ahora, de los 38 nombramientos que ha habido, solo 8 han sido académicas. Queda todo dicho.