E ha abierto la veda. Más de 13.000 despidos entre CaixaBank y BBVA. Nos han pedido que gestionemos nuestras operaciones vía Internet, que saquemos nuestro dinero en los cajeros y paguemos los recibos on line... ¡normal que ahora tengan que cerrar el chiringuito! Si la cosa está mal porque el negocio está cambiando y los tipos están congelados, los directivos deberían dar ejemplo y no subirse los sueldos ni forrar de bonus a los altos ejecutivos. Pero ¿para qué necesitan tantos empleados con el tinglado que tienen montado? Prefieren la tecnología, porque rayando la usura, es más fácil conseguir beneficios. La atención al cliente se la trae floja, y guiarte y asesorarte, no está en sus planes. Entidades con enormes beneficios que seguirán teniéndolos, mientras gran parte de su trabajo lo hagamos desde nuestros ordenadores y móviles. Bancos que se lucran despidiendo a miles de trabajadores con cargo a las arcas del Estado porque luego cobrarán el paro. Mercaderes del siglo XXI que reducen el número de oficinas, pero suben el coste de las transacciones. El fin de la Edad de Oro de la banca, a la que se la soplan los clientes de toda la vida, esos aitites que ni tienen PC ni smartphone, ni gaitas. Creo recordar que hace poco tiempo endeudamos todo un país para que el sector financiero pudiera seguir vivo. Pues ha llegado el momento de exigir la devolución del rescate y todas las ayudas públicas recibidas.

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