OS hijos del baby boom no solo tienen jorobado su plan de pensiones, también lo llevan crudo con el plan de vacunación. El Ministerio de Sanidad acaba de decidir el orden por edad de todos los vacunados y se ha dejado en el limbo a un mogollón entre 55 y 60 años. ¡Será que considera que son inmortales! Para dar salida a la solución de AstraZeneca acaba de meter en el listado de vacunados a la franja de 45 a 55, que recibirán el antídoto tras los trabajadores esenciales. Y también ha incluido a los enfermos crónicos menores de 60, pero se ha olvidado de los cincuentones de a pie sin patología declarada. Si se está dando prioridad a las canas, resulta difícil entender que una persona de 45 reciba antes su dosis que una de 58. ¡Otra vez la generación perdida! Demasiado viejos para la vacuna de AstraZeneca y demasiado jóvenes para la de Pfizer o Moderna. Creo que va a haber un montón de peña en la línea de salida para cuando llegue la Sputnik rusa. Si me apuran, va a haber cola hasta para la vacuna española. También es verdad que antes, nadie quería ponerse la inyección el primero, y ahora estamos todos esperando que nos den día y hora. Entre el ministro Escrivá -que ve lo que se le viene encima con esta generación multitudinaria- y no sabe cómo penalizarles para que cobren menos pensión, y entre Sanidad, que no tiene prisa en vacunarles, me temo lo peor.

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