A marcha a Andorra de los nuevos ídolos de Internet que son los youtubers y streamers (no me pregunten los nombres porque no tengo ni idea) ha resucitado el viejo debate de si Hacienda somos todos o solo los más pringados. Me he enterado -por el revuelo que ha montado en redes sociales- que El Rubius, el youtuber español con mayor número de seguidores, se ha trasladado a vivir a Andorra. Allí, el chaval, que debe facturar la friolera de cuatro millones al año, gozará de un sistema de impuestos mucho más bajo. La verdad es que tiene que ser muy duro que le quiten dinero a alguien, cuyo oficio conocido es grabar vídeos desde su casa para menores de 16 años, jugando a la consola. Aunque no sé qué es peor si que se vaya uno de estos jetas o que Amazon, Google y Apple paguen aquí 0% de impuestos al año. El irse a Andorra para tributar menos es una práctica que llevan ejerciendo muchos años todo tipo de deportistas y artistas. Supongo que los que ven bien que los ricos se vayan para no pagar impuestos no usan ni las carreteras, ni los hospitales, ni la policía, y tampoco cobran pensiones porque con esa ética ya no habría nada de nada. Cuanto más fachas, más a favor están de que los ricos pijos se expatrien y se piren. Luego se les llena la boca hablando de su país sin querer reconocer que la mayor declaración de patriotismo es la declaración de la renta.

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