SEGURO que ustedes se acuerdan del inefable Gregorio Serrano, Goyo para los amigos. Al ex director general de la Dirección General de Tráfico no se le ocurrió otra cosa que, mientras miles de conductores estaban atrapados en la AP-6 por culpa de la nieve durante más de 18 de horas, irse tan tranquilamente al palco del Sánchez Pizjuán para ver a su querido Sevilla. Pues bien, al amigo Goyo le están saliendo duros competidores. Uno, el ya ex director general de Seguridad Ciudadana y Emergencias de Murcia. Pablo Ruiz Palacios, un abogado de Ciudadanos, llevaba solo una semana en un puesto al que, por supuesto, llegó por el carné. En la tarde-noche del viernes, mientras el río Segura se llevaba todo lo que encontraba a su paso por Murcia y decenas de miles de personas estaban atrapadas por las aguas, decidió ir al teatro para ver La telaraña, de Agatha Christie. Como Goyo, Pablo Ruiz Palacios también argumentó que estuvo pendiente del teléfono móvil por si sonaba (sí, en plena representación teatral). Lo mejor de todo es que también reconoció, sin rubor alguno, que hasta se durmió durante la representación, dejando encantados a los actores. Su jeta es tal que dice que no entiende por qué le han cesado, que no había hecho nada malo. La otra émula de Goyo es la alcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón, que la noche siguiente se fue de fiesta junto con su concejal de Cultura en una despedida de soltero. Pablo y Ana Belén no debieron ir a clase cuando explicaron lo del servicio público.