Así se escribe la historia. Un emporio español se las pira a Países Bajos, y la prensa más patriotera lo celebra como si fuera el triunfo en una final de Champions. Sobre todo, porque el presunto derrotado es malvado gobierno socialcomunista que ustedes saben. Vamos con el oé, oé, oé.

Moncloa pierde: Ferrovial aprueba el cambio de sede”, hace la ola La Razón en primera. El editorial correspondiente lleva por título “La libertad se impone al intervencionismo”. La idea es que los buenos han ganado a los malos: “El Gobierno ha intentado por todos los medios abortar la legítima operación de Ferrovial con el traslado de su sede social a Países Bajos. Cuesta encontrar un caso similar de acoso de una administración a una compañía privada en el libre desarrollo de sus actuaciones. En las últimas semanas en España y en la Unión Europea se ha asistido con estupor al espectáculo de un Ejecutivo inmerso en una campaña de hostigamiento sin respeto a la legislación europea”.

ABC también escoge un titular de primera donde se deja claro quién ha mordido el polvo: “Respaldo masivo de los accionistas a Ferrovial pese a los ataques del Gobierno”. “La coacción resultó inútil”, gallea el editorialista, feliz por el desenlace del partido: “De lo que sí hay que congratularse es de que el tosco intervencionismo y las amenazas del Gobierno de Pedro Sánchez no prevalecieran sobre los principios de respeto a la autonomía empresarial y a la propiedad privada, ampliamente compartidos en toda la Unión Europea. Lo que sigue resultando un misterio es por qué Sánchez decidió convertir la junta de accionistas de Ferrovial en el primer lance electoral del año 2023, que ya está bastante cargado de votaciones, empeñando a todo su equipo económico y a las instituciones a su alcance en la tarea de intentar coaccionar a la empresa para no trasladarse a otro país europeo”.

"La junta de Ferrovial ha desmoronado la estrategia del miedo de Sánchez y su banda de la cachiporra mediática"

María Jesús Pérez (ABC)

La opinatera del vetusto diario María Jesús Pérez se regodea en el baño que, según ella, le ha dado el presidente de la firma a Sánchez. Eso sí, al final avisa de que habrá vendetta: “La junta de Ferrovial ha desmoronado la estrategia del miedo de Sánchez y su banda de la cachiporra mediática. Ferrovial se marcha y ahí deja a Sánchez, Calviño, Montero, Bolaños y demás personajes ajenos a la vida empresarial, lamiéndose las heridas y en evidencia por su derrota, que es una victoria de la verdad, una conquista frente a quienes quieren matar la realidad para imponer su voluntad de poder. (…) Ahora que nadie piense que esto ha terminado, porque solo ha hecho que empezar. El sanchismo sabe que le va la vida en esto, en su sentido del «respeto» camorrista, y hará todas las zancadillas posibles a Ferrovial para enviar un mensaje al mundo empresarial de su ferocidad y revanchismo «dumasiano». Menudo es Sánchez”.

Esa especie de que Sánchez no va a dejar que esto se quede aquí es el argumento principal de la pieza de Pedro J. Ramírez a modo de editorial en El Español. Lo vemos desde el encabezado: “Ferrovial salta el 'muro' fiscal y el Gobierno avisa: les saldrá caro”. Y no se refiere solo a Ferrovial sino a cualquier compañía que se plantee hacer lo mismo: “El problema para el Gobierno no es ya que Ferrovial haya consumado finalmente su salida de España, sino que el mensaje en forma de presiones y amenazas haya llegado sin interferencias al resto de grandes empresas españolas. Y quizá era esa la intención del Gobierno, dejar claro que salir de España no les saldrá gratis”.

El Mundo escoge un titular propio de boxeo: “Los mayores fondos del mundo golpean a Sánchez en Ferrovial”. A falta de editorial, es el columnero Rafa Latorre quien cuenta cómo el que iba de chulito ha salido despellejado: “No será la primera vez en que una cuestión testicular provoca el envilecimiento del Estado. Es algo recurrente en la historia, que también nos enseña que lo letal es salir derrotado de la batalla personal. (…) Hay algo peor que, en un arrebato de pasión, al Gobierno se le disparen estos tics autárquicos tan poco favorecedores: que eso revele que su actitud matonil es puramente vocacional”.

"Usted, señor Sánchez, ha elegido terreno, ha desafiado a la compañía, y ha perdido. Un revolcón de los que hacen época"

Jesús Cacho (Vozpópuli)

La alusión a colgantes masculinos no es excepcional. También Jesús Cacho tira de ella en una pieza titulada “Ferrovial y la derrota de la democracia testicular”. En la torrencial letra menuda, este refocile del derrotado: “Como tremendo el revolcón sufrido ayer en la Junta General de la multinacional. Usted, señor Sánchez, ha elegido terreno, ha desafiado a la compañía, y ha perdido. Un revolcón de los que hacen época. A usted le han torcido el pulso los grandes fondos de inversión, los BlackRock de turno, los que deciden dónde invertir y cuánto. Dónde estar y no estar. Ha perdido usted el olfato, si alguna vez lo tuvo, y está ya instalado en la deriva del perdedor”.

El último entrecomillado corresponde a Guadalupe Sánchez en The Objective: “Lo del acoso y derribo contra Ferrovial tras anunciar el cambio de domicilio a los Países Bajos ha sublimado el esperpento de toda la campaña de odio contra el empresariado rico y próspero en la que lleva embarcada nuestra izquierda gubernamental desde el inicio de la legislatura”. En resumen, viva Ferrovial, viva el capital.