UÉ fácil es echar la culpa al árbitro y desconocer cómo hay que dirigir un partido y, sobre todo, la forma adecuada de interpretar las faltas. Luego se ven las infracciones en el área contraria pero ninguna en la propia. Martínez Munuera dejó jugar todo lo que pudo, procuró sacar el menor número de tarjetas dentro del reglamento y tuvo controlado el encuentro en todo momento. El colegiado andaluz pasó totalmente desapercibido y fue neutral. Le doy un siete de nota, un notable merecido. En cuanto a las jugadas polémicas, en el minuto 35, Manu Vallejo cae en el área del Athletic por una pequeña sujeción de Iñigo Martínez, pero no es penalti. En el minuto 86, es obligación del VAR si hay mano en la trayectoria del balón cuando pasa junto a Nuñez. No existe contacto. Tampoco hay agarrón de Soler sobre De Marcos poco después, el rojiblanco resbala.