L escritor y viajero ilustrado Giuseppe Baretti afirmó que después de la abjuración Galileo pronunció la frase "Eppur si muove" (y sin embargo se mueve). Para el historiador de ciencia canadiense, Stillman Drake, no es verosímil esa aseveración, dado que en ese momento Galileo no se encontraba libre y era desafiante en extremo pronunciar ante el tribunal de cardenales de la Inquisición una frase que contradecía su abjuración. Para Stillman, si esa frase fue pronunciada lo fue en otro momento.

Bien pudiera ser el actual el momento adecuado para pronunciar una sentencia así. No en vano, Bilbao se mueve de lo lindo en estos tiempos, inmersa en un simparar de actuaciones, públicas y privadas, con las que la ciudad busca convertirse en el centro del pequeño universo del día a día. ¿Bilbocentrismo? Es exagerado expresarlo así pero si cabe pensar que el botxo vive un particular Renacimiento donde un hervidero de ideas replantean la visión global de la realidad. Con los valores en el centro, como eje de toda rotación, Bilbao va ajustándose al siglo XXI con el que sueña. Veámoslo con ejemplos.

Veamos como Bilbao ahonda en un plan de revitalización de las Siete Calles del Casco Viejo para devolver la actividad comercial a esa zona histórica de la ciudad. Casi al tiempo, vemos cómo una empresa familiar de Bizkaia ha adquirido por 42 millones de euros el edificio Echevarría, rescatándolo de las manos de Trajano Iberia, la socimi cotizada en BME Growth y gestionada por Deutsche Bank, que compró el edificio de oficinas en cuyos bajos se aposenta la Fnac en 2015 y que ahora ha vendido, quitándoselo de encima. Es, como ven, una suerte de rescate. Al tiempo, Bilbao lanza una tarjeta regalo digital para comprar en más de 400 comercios y la ciudad instala el primer radar pedagógico que llega a las calles de Bilbao. Se mueve, vaya que se mueve. l