ON el gracejo que permite inventar campañas de descrédito y no construir modelos de gestión de los problemas, en las calles de Euskadi se pueden ver estos días carteles y pegatinas firmados por Ernai que animan a la juventud a hacerse "artzain" y no "ertzain". Debe de ser el modelo policial ese alternativo del que hablan sus mayores de Sortu y para que no se "criminalice" a los que violan la normativa pero sí a los que la hacen cumplir. No es un modelo policial excesivamente novedoso, la verdad, ese de hacer frases para su consumo entre katxi y katxi. En los años 80 del siglo pasado había una pintada que dominaba la zona de ambiente de mi pueblo que era una declaración de intenciones del "mundo feliz" que quienes no han leído en su vida a Huxley querían construir entonces en Euskadi y que es, en esencia, el mismo que quieren construir ahora sus vástagos. La pintada en cuestión rezaba así: "Yonki, contrólate; camello, te controlamos" (a efectos de copyright, los signos de puntuación son aportación del transcriptor pero no figuraban en el original). En esencia, aquellos tiempos de campañas de homicidio de los discrepantes políticos coincidían con el márketing de una supervisión "ética" del latigazo que la droga estaba causando entre la juventud vasca. Una amenaza velada, pero de buen rollo. Sin policías que vigilen y sean vigilados. Solo matonismo.